ONU: UNA INSTITUCION
INUTIL A FAVOR DE LOS PODEROSOS.
La actuación de este organismo mundial creó al fundarse
grandes ilusiones y esperanzas para los pueblos oprimidos que confiaban en que
se convirtiera en un referente mundial. Pero su actuación a lo largo de los
años ha ido degradándose y se ha convertido en un instrumento más para que los
países fuertes ejerzan su poder y dominio sobre los pueblos y naciones sin
fuerza. Se ha convertido en un circo en el que Consejo de Seguridad impone sus
condiciones que se otorgan el derecho al veto, por lo que
cualquier iniciativa, aunque soportada por la mayoría, deja de ser aplicada,
con la frustración de los restantes miembros de la Asamblea. Como instrumento
pacificador en conflictos ha sido y es no sólo inútil, sus actuaciones complican más los conflictos:
en la antigua Yugoslavia, en el Líbano, en países de Africa en los que el
imperialismo de las metrópolis dominan us colonias o excolonias. Sonroja el
servilismo con el que apoyan las hazañas de Israel contra Palestina, provocando un estallido de rabia de los
restantes países que se desesperan al comprobar la arrogancia del gobierno
sionista que utiliza el Tsahal equioado con armamento de guerra contra la
población civil indefensa a la que está diezmando como táctica aniquiladora
para seguir manteniendo la hegemonía sobre un pueblo que ha cometido el grave
pecado de supervivir simplemente. Y todo este juego de guerra lo justifica el
gobierno de Netanyahu mostrando sus instintos inhumanos, sin un sentimiento mínimo
de dolor o de misericordia hacia la población palestina. Pero lo grave es la
complacencia de USA, justificando la desmedida
acción de los hebreos con el slogan de que “tienen el derecho a defenderse”,
para lo que le suministra ingentes cantidades de armamento altamente
sofisticado que usan contra niños quienes arrojan piedras contra quienes sólo
quieren “defenderse”. La postura del gobierno español, además de vergonzante y
cínica, producen ante la población la sensación de servilismo ante los poderes económicos
y militares mundiales que son los que manejan la ONU con cinismo, procurando no molestar a los lobbies judíos que
se sienten impunes. La actitud del pueblo judío es indigna, pues más del 70 %
de la población apoya las aventuras enloquecidas de sus ejércitos. No obstante,
quizá deberían reflexionar: USA no puede actuar siempre con la fuerza, pues el
declive de su hegemonía es una realidad y el estado sionista en algún momento va ser incapaz de contar con el
apoyo incondicional y el fanatismo elemental
de la extrema derecha del pueblo
americano que va perdiendo su arrogancia y dominio de las instituciones
internacionales como la ONU.
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