EL SENTIDO DEL “HONOR” DEL PRESIDENTE DEL CGPJ
Se ha quejado al nuevo ministro de justicia porque la diputada catalana, Mirian Nogueras, ha citado a Marchena, Lesmes, Llarena y Lamela, jueces que han protagonizado sentencias vinculadas al pueblo catalán, llamándoles “indecentes” por tratar de torpedear la ley de amnistía acordada entre Sanchez y Puigdemont para cederle los votos imprescindibles de Junts para su investidura. El CGPJ debería de evitar el exceso de protagonismo mediático y ponerse a trabajar para renovarse, pues lleva caducado 5 años y tiene paralizada la justicia a pesar de las visitas de enviados de la UE para urgirle la salida del impass en el que se han enrocado por defender los intereses políticos del partido que les ha nominado para miembros del Poder Judicial interpretando las leyes enfrentándose a los criterios de los juristas internacionales más prestigiosos y al TEDH. La justicia en una democracia debe estar sujeta a toda clase de críticas y asumirlas para depurar y aceptar las de la prensa internacional contra muchas de las sentencias peregrinas de los jueces “estrella” españoles. La realidad es que el desarrollo de El Procés catalán ha estado politizado, la confusa petición de extradición de Puigdemont que ha sido rechazada por diversas instancias europeas y las maniobras de los jueces españoles poniendo trabas al cumplimiento de las sentencias de los tribunales europeos están provocando la actitud de defensa numantina de los tribunales superiores españoles que ha colocado a la justicia al borde del ridículo. Deberían aceptar las críticas como lo hacen Miriam Nogueras, Puigdemont y todos los diputados del Congreso que también son poder del estado y no invocan ninguna excepción por su cargo. Realmente el historial de la justicia española, tanto en la dictadura franquista como en la Transición es impropio de un estado de derecho como alardea, pues rechaza sistemáticamente la crítica internacional de la justicia con la que tienen múltiples tratados de colaboración. En todo caso la actitud de Sanchez ante el bloqueo del CGPJ peca de temerosa.