LA IRRUPCION DE LOS MEDIOCRES.
Una nueva casta se ha adueñado de la vida social de España:
los mediocres. Han surgido al calor de los sindicatos y alrededor de los
políticos que han necesitado siempre un coro de pelotilleros que son los
mediocres. Han descubierto que
para estar en el candelero tienen que utilizar esperpentos, decir banalidades
que sirvan para escandalizar al personal de aluvión y popularizar lo que interesa a esos ilustres anodinos
Su objetivo es que se hable de ellos, aunque sea para ridiculizarles o para que
sirvan de payasos útiles. Son incontables, por lo que una muestra servirá para ilustración. El alcalde de Vitoria, Maroto,
personaje sin relieve, pero que descubre que acusar a los marroquíes de vivir
de ayudas sociales le da popularidad. El Delegado del Gobierno en la CAPV, Carlos
Urquijo, poco agraciado de figura, que ha transformado sus complejos en arma paralizante
contra los vascos y busca sin descanso cómo puede incordiarles. En el periodismo hay epígonos, como Francisco
Marhuenda, quien a base de una permanente actitud provocativa y ridícula,
repitiendo que es abogado y profesor, de no se sabe dónde, ha logrado la
popularidad que enardece a la audiencia
basura sin ideología. Yolanda Barcina, la increíble dama de Navarra, que a base
de navarrismo carlista y discursos vacíos, ha obligado al gobierno central a
paralizar el plan para derrocarla los
que defienden que Nafarroa es Ama Lurra de los vascos. Pachi Lopez, el mediocre
por antonomasia, músico de orquestina que
llegçó a lehendakari con el apoyo de su peor enemigo, el PP. Ahora tiene que
pagar los destrozos el PSE con una presencia testimonial en nuestra comunidad y
de rebote, la pérdida generalizada en toda España. Qué decir de Rodolfo Ares, el “hombre de
corcho” que siempre sale a flote a pesar de los tsunami que siempre se las ha
ingeniado superar: con Damborenea,
Nicolás Redondo Terreros, Pachi, con quien consiguió llegar a ser Consejero de
Gobierno Vasco, aunque al final tuvo que ser marginado por necio. Su futuro es una incógnita en visita de que el PSOE está de derribo.
Claudio Landa es el prototipo de periodista mediocre, que en su audacia irresponsable se
atreve a dirigir una tertulia televisiva en la que ocupa
con sus simplezas más tiempo que los restantes contertulios, logrando que el
oyente no pueda entender de lo que se habla al intervenir todos a la vez. Tiene
un nivel cultural sonrojante, pero a él parece que le estimula para seguir
gesticulando. El sonriente Roberto Jimenez, Secretario del PSN, que dimitió por dignidad
al no permitirle la Ejecutiva de Madrid presentar una moción de censura contra
Barcina. Ahora ya ha encontrado apaño en la nueva que lidera el mediocre Pedro Sánchez. Será
cierto el mensaje evangélico “Bienaventurados los mediocres porque de ellos es
el reino de los cielos”?
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