lunes, 11 de agosto de 2014

FRIVOLIZAR CON EL MISIONERO ENFERMO DE EBOLA



FRIVOLIZAR CON EL MISIONERO ENFERMO DE EBOLA
Es indignante el trato informativo que se está dispensando al cura y médico, Miguel Pajares, que ha venido desarrollando una misión impagable como misionero cuidando a enfermos de ébola en la zona epidémica africana, terminando por contagiarse, con peligro real de su vida. La prensa ha tomado la noticia como si se tratara de  un fichaje  de un crack de futbol, o la reseña de una fiesta popular en la que se mata a toros a lanzadas o especulando sobre  si los gastos de repatriación del enfermo deben ser pagados por su congregación o por la Administración. Se trata de cultivar el morbo, como si se ignorase que se trata de una persona generosa que se presta a ayudar a los que sufren y por ello le lleva a arriesgar su propia vida. Sus motivaciones más profundas y  las convicciones   son irrelevantes para la prensa, lo que importa es lo sensacionalista, lo que mueve la curiosidad, si la OMS ha felicitado al gobierno por la eficacia o por el contrario, las acusaciones que le hace al gobierno alguna prensa que vive en el basurero, por improvisar y no tener diseñada una estrategia de respuesta a la emergencia. Esta prensa es la que crea opinión entre la población y es la medida de la seriedad y responsabilidad con la que cumple con su misión esencial de informar y dar criterios. La realidad es que una vez más la noticia se tergiversa y su utiliza con fines partidistas, no se ensalzan valores que son realmente los que concurren en todo el ejemplar episodio en el que unas personas anónimas  van a atender las necesidades de unos seres humanos despreciados,  a  lugares insalubres y remotos,  donde no tienen más que desesperanza, resignándose a morir porque el mundo opulento no es sensible ni se  preocupa por evitarlas y que son consecuencia de enfermedades perfectamente controlables si hubiera voluntad de solucionarlo. No, los organismos de control de la salud mundiales  se limitan a datos fríos, a dar la noticia escueta como si fuera una más, y sólo si existe riesgo de extensión  a  los países desarrollados,  construyen una barrera sanitaria para limitar que la enfermedad  no afecte a los que tienen un sistema de sanidad seguro que vela porque no entren en sus espacios los virus mortíferos que tienen controlados y que provienen de los países afectados por la pandemia. Saben que se solucionará por consunción en el interior de la zona de contagio, cuando ya el ébola ha causado la cifra de muertes que los organismos mundiales han estimado como razonables y asumibles. Ante la impotencia y el escepticismo de la información decepcionante de la prensa, vaya el agradecimiento a esos héroes anónimos que dan sus vidas  para salvar las de otros seres humanos que tienen también dignidad, a pesar de que en nuestros países tan desarrollados no cuenten a la hora de tener derecho a conservar una vida digna.



No hay comentarios: