sábado, 31 de octubre de 2020

INTERFERENCIA DEL TSJPV EN LA SANIDAD.

 

INTERFERENCIA DEL TSJPV  EN LA SANIDAD.

La intervención de la justicia en ámbitos que les son  ajenos, que los jueces  carecen de conocimientos y se permiten aplicar leyes que interfieren en la política sanitaria cuyo control corresponde al ejecutivo vasco especialmente  en estos momentos críticos de pandemia,  supone un paso más en su invasión de facto  en el  gobierno.  Es difícil asumir que en una emergencia mundial en la que se está arriesgando  literalmente la vida,  un servicio público cuya misión es impartir justicia se haya atribuido la facultad de controlar a los expertos en sanidad que en estos momentos críticos su máxima prioridad  es  solucionar la pandemia contra la cual trágicamente  sólo  existe  la alternativa de prueba- fracaso con escaso éxito  a la vista de los resultados. Los profesionales de la sanidad están al límite de sus fuerzas  luchando contra el avance imparable de la pandemia.  La ciudadanía rechaza las actitudes arrogantes  de los jueces del Supremo o de tribunales superiores cuando pontifican que protegen el  derecho fundamental de la libertad, cuando es evidente que prioritario  al citado es el derecho a la vida que está en riesgo.  Deberían empeñarse en defender derechos fundamentales como no ser torturados, el de  la vivienda u otros   consagrados en la Constitución  que se mencionan con oportunidad o sin ella. Seguramente esta interpretación les parecerá heterodoxa dada su habitual actitud mayestática, pero la ciudadanía  no quiere morir y necesita soluciones y no disquisiciones jurídicas que retrasan las medidas sanitarias que esas  son para ellos  decisivas.  Además,  tribunales de diferente comunidades están emitiendo  sentencias opuestas a las de  otras sobre los mismos casos, mientras los contagios y las muertes no cesan de crecer, lo que  parece que no  concierne a los jueces, cuando es un principio esencial de la justicia  que las sentencias tienen que atender a la realidad social   vinculadas al entorno en que se emiten.

 

 


viernes, 30 de octubre de 2020

LOS TORPES JINETES DEL APOCALIPSIS

 

LOS TORPES JINETES DEL APOCALIPSIS.

En estos  tiempos  de pandemia en los que      los valores están trastocados,  han aparecido los  Bolsonaro, Boris Johnson, Donald Trump,  Abascal  y otros descerebrados  que menosprecian  a los científicos a los que  acusan de  incompetentes, cuando realmente son prudentes dado el sentido de la responsabilidad que asumen, pues  cualquier error ,  precipitación o indecisión puede provocar el Apocalipsis que  estos torpes  dirigentes negacionistas desafían  y que basan su forma de gobernar en ideologías y planes económicos  y filosofías exotéricas que harían sonreír si no fuera  ignorancia criminal. Su popularidad se basa en la toma de decisiones    provocativas, como aparecer en público sin mascarilla  y en actitud de superioridad habiendo salido  recientemente de la confinación,  o abrazándose con sus seguidores haciendo ostentación del incumplimiento de la   distancia  social mínima exigida. La elección de estos especímenes de presidentes de los países más importantes del  planeta es una muestra de la degradación a la que se ha llegado en la sucesión del fascismo que  tuvo su apoteosis con el Führer  Hitler y  su  Endlösung,   la humillación  cómica del Duce Mussolini colgado de un poste, la vergonzante figura del indigno Mariscal Petain o los equilibrios del “gallo con cresta”  Franco, débil con los poderosos y cruel con los débiles, pero que logró  mantenerse y su baraka  todavía pervive en el recuerdo terrorifico de sus víctimas y en  las fortunas  de sus herederos.  Ahora los sucesores de aquellos criminales son los que  invocan  el Brexit, alimentan a  orates como Trump y se revuelven  porque temen perder el poder, o el necio  Bolsonaro que se plantea  cual será la  siguiente genialidad que se le ocurra. .

domingo, 25 de octubre de 2020

CON PAPEL DE FUMAR

 

… CON PAPEL DE FUMAR…

En un reportaje sobre la tortura se entrevista a Rafael Vera cuyas opiniones causan gran desazón, pues parecería imposible  tanto cinismo y crueldad como para seguir negando hechos en los que fueron declarados culpables   y sancionados  en sentencia. .Este sujeto pertenece a la ralea  siniestra compuesta por Billy el Niño,  Rodriguez Galindo, Amedo, San Cristobal o Damborenea entre otros que se ponen los derechos humanos por montera.  O  descerebrados como Trump, Hitler o Franco que firmaban sentencias  de muerte  como si se tratara de simples tareas administrativas rutinarias o gaseaban a seres humanos.  Justifica  la existencia  del GAL con argumentos peregrinos,  pues considera legítimo que fuerzas policiales  realizaran impunemente operaciones  de venganza y represalia contra un grupo irregular de gente armada   carente  de toda legitimación o código alguno  al que ajustarse, en cambio los cuerpos policiales están sujetas a códigos  estrictos. No se entiende que no actúe de oficio la fiscalía general ante este tipo de manifestaciones  públicas  que rezuman odio ni   muestran ningún propósito de enmienda. Deberían ser denunciados los  inductores máximos, como Felipe Gonzalez, al que el Juez Garzón señaló como máximo  responsable del GAL,  o  José María Aznar, que autorizó sin ningún pudor e incluso con ostentación,  la creación de grupos armados dentro de los cuerpos policiales financiados con fondos públicos porque sabían que esas   operaciones y torturas eran “ignoradas” por jueces del Supremo y Audiencia Nacional.  Sentencias  que son sistemáticamente revocadas por tribunales europeos evidenciándose que la tortura es   sistémica como lo acreditan informes avalados  ante la ONU,  ordenando los tribunales europeos  anular sentencias contra dirigentes políticos catalanes y vascos.  Aunque poco es lo que se puede esperar de una justicia cuyo órgano máximo  se halla en funciones desde hace dos años y  los jueces miembros  se la cogen con papel de fumar.