PEDRO SANCHEZ: LA VENGANZA SE SIRVE FRIA
Según un filósofo griego la
característica fundamental del político es su capacidad de venganza. Sin
venganza no será un buen político, sólo un buen hombre o un ingenuo. La clave
es la forma de ejercerla, pues los hay navajeros, que clavan el puñal al
enemigo por la espalda. Los sibilinos
son los que saben esperar ver pasar el cadáver de su enemigo. Se ignora
en qué segmento estará Pedro Sanchez a partir de la recuperación de su posición de batalla. No debería tratar
de recuperar el PSOE que es un partido desestructurado y carcomido por las
luchas internas de los barones mediocres y de los gallos sin cabeza, que a
pesar de poseer el aparato no han sabido sacar provecho. Ahora, humillados,
acuden sumisos a presentar sus respetos al ganador. Porque lo que temen es
quedarse sin cargo bien retribuido y comprobar que por su inepcia se han
quedado a la intemperie. No le merece la pena reconstruir un edificio en ruinas. Debería saber, Pedro,que tanto
esfuerzo le llevará inexorablemente a lo
que le ha sucedido al PS francés. El socialismo ha muerto a manos de la derecha
y por su propia incompetencia. La mejor venganza sería ceder a Susana, García
Page, Tximo, Vara, Felipe, Rubalcaba, Zapatero, Patxi, Idoia y demás banda de fracasados las siglas del PSOE y dejarles que
se cuezan en su salsa viscosa.. Debería crear un nuevo partido en el que no
aparezcan las palabras Socialista,
Obrero y Español, de connotaciones penosas que les ha llevado a la marginación. Que le ponga un nombre
florido, parecido a Podemos, Somos, Queremos. La venganza sería perdonar a todos los traidores y además
cederles gratuitamente todos los activos materiales e inmateriales. En el nuevo
tendrían cabida todos los que le han llevado al triunfo, más los se vayan
reincorporando que le abandonaron
provocando la crisis y la derrota del PSOE. Tendría que negociar con
Podemos de igual a igual, pues es un proyecto claramente ganador, pero que
nunca podrá llegar al gobierno sin la colaboración del nuevo colectivo que se
formaría alrededor de las nuevas ideas. Que no vaya acomplejado, pues ambos se
necesitan mutuamente en una alianza electoral ganadora. Pedro tiene que exigir
a Pablo ser quien presente la moción de censura. Si no, no hay coalición.
Pablo, aunque bisoño, es ambicioso y sabe que su única posibilidad es asociarse
con lo que resulte del progresismo del PSOE. Pedro debe saber que si mira atrás
se convertirá en estatua de sal; y Pablo, que tiene la oportunidad única de sacar del poder
a Rajoy.