CARLOS LESMES ATRAPADO EN EL LABERINTO.
El Presidente del Supremo y del CGPJ en su celo por aparecer más papista que el papa se ha lanzado al ruedo sin capa ni estoque y ha escuchado un nuevo aviso. Con ocasión de la entrega de despachos a los nuevos jueces en Barcelona el gobierno ha decidido que Felipe VI no presida la ceremonia, `pues en la fase de aprobación de los presupuestos del 2021 se necesitan los votos de los nacionalistas catalanes y vascos y la presencia del rey supondría una provocación que Sanchez quiere evitar teniendo en cuenta el desprestigio real en Catalunya. Pero el maquiavélico Carlos Lesmes, que no disimula su ideología ultra, ha iniciado una campaña de acoso contra el gobierno por impedir al rey su presencia en este acto protocolario. Resulta cómica su argumentación mezcla de patriotismo cheli y afán vengativo contra Pablo Iglesias, Vicepresidente del Gobierno porque resalta el efecto negativo de las sentencias del Supremo revocadas por los tribunales europeos. Lesmes demanda lealtad en el cumplimiento de las leyes, cuando su cargo de Presidente del Supremo y del CGPJ y los de otros miembros del Supremo están pendientes de renovarse desde el 2018, y por tanto la legitimidad de sus decisiones es muy problemática. Sería para un guion surrealista que el presidente y varios vocales del órgano máximo de la justicia estén desde hace dos años cubiertos interinamente y no presenten la dimisión a fin de devolver la legitimidad a los órganos principales de la justicia. o al menos guardar las formas tan importantes que se requieren en la administración de la justicia. Aunque puede ser que la renovación preceptiva se tema que se ponga de manifiesto alguna sorpresa oculta no deseada que afecte a la continuidad de otros poderes fácticos que tienen su origen en la Transición..