domingo, 31 de agosto de 2014

LOS EJEMPLARES PRESIDENTES DEL FMI



LOS EJEMPLARES PRESIDENTES DEL FMI.
El FMI es el agente financiero más importante del planeta y nadie  puede operar dentro del sistema sin su control y aprobación. Es lo que se diría  la autoridad monetaria del mundo, por lo que su figura y control son temidas por gobiernos, instituciones e incluso condiciona y debe aprobar previamente los programas económicos de los países que están en crisis, pues es  quien financia la viabilidad de sus propuestas de reconversión. Una entidad de tanta relevancia debería contar con directivos  solventes e intachables que avalen con seriedad  las decisiones cuyos efectos tienen repercusión en países y espacios temporales críticos. Sin embargo, la historia de sus presidentes está trufada de episodios rocambolescos y hasta cómicos que hacen dudar de su equilibrio mental.  Dominique Strauss-Kahn,  nominado para candidato a la presidencia francesa, se vio acusado de violar a una camarera de un hotel en New York. Está acusado de fomentar la prostitución. El español Rodrigo Rato, que, misteriosamente fue cesado como presidente, pero a pesar de ello se le nombró presidente de Bankia. Actualmente está procesado por varias causas durante el mandato de Bankia. Aunque procesado, se le nombró consejero del Santander,  de Telefónica y se pasea libre y orgulloso sin reconocer sus hazañas. Le sustituye la arrogante  Christine Lagarde, ex ministra de economía con Sarkozzi. Procesada por haber indemnizado a Bernard Tapie, ex ministro también, con 400 millones de € de fondos públicos porque el gobierno francés expropió irregularmente la firma de su propiedad, Puma. Además, está procesado por diversas operaciones especulativas  fraudulentas, favoreciendo a un equipo de futbol del que fue presidente y propietario. Es la cuarta vez que declara ante un tribunal y, aunque ella lo niega, todos los indicios hacen suponer que tendrá que dimitir de su actual puesto en el FMI. Que la mugre de las finanzas del mundo haya contaminado a los niveles más elevados de sus instituciones siempre ha sido una sospecha de la población crítica de los países desarrollados, pero que estos responsables no tengan ni la intención de guardar las apariencias para que la población siga en el limbo, se ha convertido ya en  extravagante, pues es bien sabido que el dinero es muy miedoso y busca siempre la seriedad, o al menos las apariencias. Los países en crisis, con esta fauna de amigos, ya no  necesitan enemigos.

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