CREAR EMPLEO CON TASAS BAJAS DE CRECIMIENTO: UNA INDECENCIA?
Montoro ha declarado ufano que en España se han roto las
bases sobre las que se soporta el sistema económico, según el cual para crear empleo la economía
debe crecer al menos un 2%. Sin embargo, España está creando altas tasas de
empleo creciendo al 0,5 %. Es lo que se ha dado en llamar “milagro español”.
Tal afirmación, además de falsa es profundamente insultante para los seis millones de parados y
los doce millones sumidos en la pobreza
por no poder cubrir sus necesidades básicas. El empleo creado al que alude
nuestro pintoresco clown proviene de que
los emigrantes se vuelven a sus países al no encontrar empleo aquí, por tanto,
dejan de estar registrados en las listas del INEM. Además, los españoles en
edad de trabajar tienen que emigrar al extranjero en busca de empleo que se les
niega aquí. Valga como curiosidad que un
trabajador que se le contrata para trabajar una hora a la semana pasa a ser
considerado activo y sale de las listas
del paro . Los desempleados que están haciendo un cursillo de formación dejan
de aparecer en las citadas listas.. Como la Administración da tantas
facilidades para despedir a los trabajadores, los empresarios que tienen en sus
plantillas personal mayor, con salarios elevados por su antigüedad y por haber
poseído el conocimiento de técnicas avanzadas, con los avances de la
tecnología, éstos han dejado de ser valorados, por lo que cada trabajador mayor que despide
es sustituido por dos jóvenes, con salarios rebajados como consecuencia de la
reforma laboral y acogiéndose a incentivos, subvenciones y desgravaciones
múltiples,, de manera que se convierte en una vía de generar beneficios
atípicos para el empresario, al tiempo
que las listas del paro se rebajan, que es el objetivo prioritario del gobierno.
La realidad es que el empleo que se crea degradan al trabajador contratado, pues ve que
debe encadenar periodos de paro con otros de trabajos temporales que no le permiten ni
especializarse en una `profesión porque a los seis meses se le despedirá y
tendrá que aceptar cualquier otro que se le ofrezca, sin tener ninguna relación
con sus estudios, con su formación o con su voluntad de especializarse en una profesión
que a la larga será beneficiosa para él, para el empresario y para el país y
así vincularse a una empresa y realizar trabajos adecuados en función de su
profesión. Lamentablemente la coyuntura excepcional del turismo se fundamenta en
precios a la baja, lo que supone un nivel de visitantes de bajo nivel adquisitivo
y exige retribuir a los trabajadores salarios de miseria, a tiempo parcial y
con una gran rotación que hace que nos hayamos especializado para competir con
países desestructurados, sin legislación que regule las relaciones laborales y
convirtiéndonos en el patio trasero y el espacio para el ocio barato de los
países ricos que nos dan propina a cambio de hacer bailar la cabra. Esta
dinámica es una solución en precario y nos abocará a nuevas crisis cada vez más
frecuentes. Y nuestros políticos no se darán cuenta?
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