miércoles, 16 de julio de 2014

DIVULGAR LA INFORMACIÓN CIENTIFICA



DIVULGAR LA INFORMACION CIENTIFICA
Cuánto se goza cuando escritores sin conocimientos científicos específicos, aunque curiosos por conocer los avances de la ciencia, logran hacer entender , aunque sea parcialmente, los secretos que encierran los descubrimientos de científicos que van avanzando poco a poco y a base de la penosa alternativa error, error, acierto. Pero lo que incentiva a los profanos es lograr entender la terminología de los expertos, pues la barrera infranqueable está en su terminología y en la explicación de los conceptos. Ciertamente hay una  científica imprescindible en todas las ciencias. Y querer vulgarizarlas para ponerlas al alcance de  no científicos es imposible. Pero se puede sospechar que algunos de ellos se escuden en la terminología como un medio para resaltar su categoría social y científica, como tratando de ser valorado a base de ser excluyentes por medio de la manera de expresarse. Por eso se agradece cuando de vez en cuando se publica algún libro desarrollando una tesis científica  compleja, pero que logra divulgarla para que el público interesado consiga penetrar en las maravillas que contiene la naturaleza, el  ser humano, la medicina, la biología,  y tantas y tantas facetas del conocimiento. Normalmente esos divulgadores a los que se les entiende sus puntos de vista suelen ser excelentes comunicadores, pero no científicos, pues no utilizan la terminología sofisticada ya que no la dominan. Además, son capaces de explicar al lector el significado de  términos complejos por medio de palabras o ejemplos comprensibles. Es el caso de Ignacio Marco-Gardoki, quien ha editado un libro con el título: “Apuntes sobre la evolución humana”. Es un periodista que tiene la facultad de hacerse entender y que, para evitar la rudeza de los términos excesivamente técnicos, a lo largo de su obra mantiene un diálogo con el lector en términos amistosos como para animarle o para ironizar afirmando que él mismo está al nivel de conocimientos que el lector. De manera que la aridez propia de la expresión científica la suaviza con explicaciones muy didácticas y con ironías propias de un autor con amplio dominio de la psicología, después de haber hecho el esfuerzo de hacer asequible la terminología científica. Porque, además, pone a disposición del público normal los maravillosos acontecimientos sucedidos desde el principio de los tiempos y que, entre otras cosas, divierten y humanizan a una sociedad tremendamente centrada en los problemas cotidianos e ignorante de la historia de la evolución que resulta apasionante y que nos hace más humildes.. .


No hay comentarios: