AMARGO TRIUNFO EN EL PSOE
Según fuentes informadas, el triunfo de Pedro Sánchez en la
elección del nuevo Secretario General es el candidato del “aparato”, por lo que
supone un triunfo amargo que no solucionará los problemas profundos que tiene
acumulados el partido y que se centran en el abandono de los principios
ideológicos socialistas. A pesar de la euforia con la que se ha recibido que Sánchez
haya logrado casi el 50 % de los votos, la realidad es que supone una ruptura por
la mitad de los afiliados, pues el 36 % logrado por Madina es una sangría, y
que ya se ha apresurado éste a declarar que no tiene intenciones de
incorporarse a la ejecutiva a la que le ha invitado el nuevo secretario.
Tampoco es de desdeñar que la Izquierda Socialista ha logrado un 15 % y que su
lider, Pérez Tapias va a ser implacable a la vista de los apoyos que ha consegiodo, minoritarios, si, pero van
a significar una piedra más que molesta en el zapato. Celebrar primarias en un
país sin tradición democrática es muy arriesgado, si no, recuérdese el trauma
que supuso la elección de Borrel y que, cuando salió elegido Zapatero, empezó la caída libre del PSOE y
ahora se están recogiendo los frutos. Quizá la ejecutiva actual, deseando
mantener sus privilegios y capacidad para formar las listas electorales, no se
haya percatado que estas primarias no eran unas elecciones, sino que se buscaba
que una gran mayoría de votantes proclamara un candidato de consenso. Digamos
que como mínimo un 80/90 %. Pero un exiguo 50 % se debe interpretar como una
ruptura del partido en dos mitades y ello supondrá una gestión muy dura y probablemente
mal comprendida por los electores que se desanimarán ante las escasas expectativas de triunfo en las
próximas elecciones municipales. Es
difícil imaginarse cómo va a recomponer los restos del PSE que cometió el error
de encamarse con el PP para desbancar al PNV del Gobierno Vasco. Cómo va a
reconciliar a los socialistas navarros con la ejecutiva que les prohibió una moción de censura contra Barcina.
Y sobre todo, el cisma de una parte del PSC que se muestra favorable a la
consulta del 9 de noviembre y que el nuevo secretario ya se ha adelantado a
rechazar por si se le acusa de cualquier signo de debilidad que pueda ser
capitalizado por la derecha, que también agoniza en Catalunya. Sánchez deberá
volver a precisar el espacio del PSOE ante el electorado para no ser catalogado
como competidor del PP. Porque ya lo decía Josep Plá: “Lo más parecido a un
español de derechas es un español de izquierdas”
No hay comentarios:
Publicar un comentario