EL CIELO Y EL INFIERNO DEBERÍAN EXISTIR

  EL CIELO Y EL INFIERNO DEBERÍAN  EXISTIR.

Sin duda que hay otra vida, que el cielo y el infierno existen, tienen que existir, pues de lo contrario sería frustrante y la realidad es que al ser humano la vida al final le hace justicia. Porque es impensable y inadmisible que los que han disfrutado de lo mejor en esta vida, que se lo han quitado a los otros, disfruten también del cielo en la venidera. No  puede ser que estén en el cielo Franco, Hitler, Pinochet, aunque recibieran devotamente de los obispos  la comunión. No sería lógico que vayan a disfrutarlo los banqueros  enriquecidos a costa de sacrificios de la población; que siendo corruptos,  y que al morir vayan al cielo. Tienen que ser juzgados sin privilegios ni por jueces comprados, los Aznar, Rajoy, Cospedal, Bárcenas, Felipe, Barrionuevo, Bono…,. No sería justo que Truman estuviera gozando para siempre, después de decidir impunemente echar la bomba atómica. Por el contrario, en el cielo deberán estar ansiosos de recibir a todos los que han tenido la mala suerte de nacer  pobres, sin tener culpa.. Al cielo irían todos los estafados por los Blesa, por Botín o por el FMI, Jorge Fernández Díaz por la inhumanidad y crueldad  que hace gala. Todos los generales y jefes militares que han declarado guerras en las que se producen víctimas inocentes. Esas víctimas son las esperadas en el cielo porque, además de ser carne de cañón, las  enterraron en las cunetas para que no se descubriera su  existencia que supuso la ignominia para los autores y para los que se pusieron de perfil para no complicar sus vidas cómodas y felices. Deberán comparecer ante el Tribunal Universal los jueces que han recibido las sentencias dictadas por el gobierno de turno para poder mantener sus carreras, aunque tengan que tragarse el sapo  de su mala conciencia que les acuse... Sí, es imprescindible que haya otra vida para que los que aquí se aprovecharon de sus privilegios respondan de ellos y no jueguen al  deporte eterno de los poderosos de ganar y no perder.”Sic transit gloria mundi”