domingo, 14 de diciembre de 2014

MONTESQUIEU APUNTA A LOS POLÍTICOS ESPAÑOLES



MONTESQUIEU APUNTA A LOS POLITICOS ESPAÑOLES.
España nunca se  ha tomado en serio a Charles-Louis de Secondat, barón de Montesquieu. Es más, ha alardeado de ello. En su obra “Del Espíritu de las Leyes” plantea la teoría de la separación de los tres poderes como fundamento de una sociedad democrática equilibrada: el ejecutivo, el legislativo y el judicial. Pero en España esa teoría no se aplica, puesto que el partido  que triunfa en las elecciones y obtiene la mayoría formará  gobierno, por tanto el legislativo y el ejecutivo provienen y responden al  grupo  ganador . Además, para cerrar el círculo del engaño, los órganos decisorios que componen la estructura de los  poderes judiciales están constituidos por juristas  afines ideológicamente que nombran los diferentes partidos en proporción a los diputados obtenidos. Con lo que de facto, el triunfador dispone de todos los resortes legales para decidir la composición de los tres poderes que Montesquieu creyó ingenuamente determinantes a la hora de calificar un  gobierno de democrático. No contaba con los agudos juristas españoles  capaces de sacar punta a la norma más asentada  del mundo. Aquí se sale de una dictadura de años, producto de la victoria de un ejército rebelde contra un régimen republicano legítimo. Al morir el dictador se decreta una amnistía en 1977 para favorecer a los que se beneficiaron del golpe de estado, se convierten todos ellos en demócratas súbitamente, redactan la Constitución  más avanzada del mundo, aunque  la interpretarán según les favorezca. Así  unifican los tres poderes en uno único como aportación novedosa a la ciencia del derecho. De esta manera a los jueces se les presiona  con subterfugios y los herederos del Caudillo siguen al mando, ahora en democracia, pero manteniendo sus privilegios de acuerdo con la Constitución que, curiosamente prohíbe la amnistía y con la garantía de que cualquier desviación será corregida convenientemente y en último extremo amnistiado o indultado si de alguno de ellos resulta condenado, según interese.



No hay comentarios: