ADIVINANZA: DOCTRINA BOTIN O DOCTRINA ATUTXA?
Los juristas tienen que ser verdaderos genios para explicar
a la ciudadanía lo que la sentencia del Supremo, 1045/2007, denomina Doctrina
Botín y distinguirla de la 59/2008, conocida por Doctrina Atutxa. Se trata de un
verdadero embrollo en el que no faltan argumentos que para un lego en derecho
le sonarán a rechifla. Pero que no se tome a broma, pues si se aplica la Botín el resultado puede suponer evitar la
cárcel y multas millonarias. Si es la Atutxa el reo tiene
todas las papeletas para salir emplumado. Quizá sea necesario explicar que ante
Emilio Botín, jueces,
fiscales, ministros y hasta el Presidente del Gobierno se cuadran y se
improvisa una interpretación adecuada de las leyes para no inquietar a nuestro
principal banquero, no sea que decida marcharse con su banco a otra patria que
le comprenda mejor. La de Atutxa se refiere a un conflicto político que el
gobierno central usó para amedrentarle siendo Presidente del Parlamento Vasco.
Se trató de la interpretación de una
norma de claro contenido político que se
enfrentaba con las tesis del Ministerio de Justicia.. El proceso contra Atutxa duró años; el
Ministerio de Justicia mantuvo una actitud amenazadora que incluía la posibilidad de
encarcelamiento del Presidente que representaba a la población vasca. Se interpretó como una provocación más a los vascos, como es
ya habitual por parte del ministerio. Contrasta con el servilismo con el que se
trató a Botín para evitar declarar delictiva
su actuación y tener que pagar una
fuerte multa e ingresar en prisión.. Ahora ha vuelto a la actualidad la polémica
judicial, pues la fiscalía pretende aplicar la doctrina Botín a la hermana del
rey. De esta manera se libraría de ser encausada ante los tribunales. El riesgo
está en que el juez no esté conforme con la aplicación de dicha Doctrina y sea la
de Atutxa. Dice un poema popular: “Ya conoces la regla de oro: la regla la hace
el que tiene el oro”. Evidente.
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