FETIDO PERIODISMO DE LAS CAVERNAS
A Pablo Iglesias le ha venido Dios a ver con ocasión del
episodio que tuvo que soportar en una entrevista que le hicieron en TVE. Porque
el grupo de tertulianos que se abalanzaron
sobre él como buitres le ha dado más popularidad y ha cosechado más
simpatías que la que había logrado en otras muchas apariciones ante las
pantallas. Al director se le veía que llevaba la escopeta cargada y quería
vengarse porque los periodistas de TVE habían exigido un espacio como los demás directivos de otros
partidos. Su intervención no pudo ser más desafortunada, pues era claro que estaba
queriendo demostrar a los que le nombraron para el cargo que respondía con
creces a lo que se le exigía: dar caña a Podemos. La actuación de otro de los
contertulios que trataba de impedir responder a Pablo, fue de antología, pero
no por sus opiniones, sino porque creyó que podría poner a su enemigo contra la
pared y de la que no podría escapar vivo. No lo logró, pues el entrevistado
llevaba munición abundante para ridiculizarle con evidencias que se basaban en
sentencias condenatorias varias de tribunales, lo que hizo que aquel programa
de una cadena de tan escaso share, tuviera una audiencia
inesperada, pero que ha servido a Iglesias para salir victorioso de la
encerrona que la necedad del director del programa había diseñado y que,
seguramente le va a costar el puesto, dado que el comité deontológico de la
emisora ha pedido su cese fulminante y que se disculpe ante el entrevistado,
quien, por otra parte, además de los réditos de audiencia logrados, ha
demostrado una vez más la solidez de su programa y puesto en entredicho a los ilustres incompetentes
que componen el agresivo grupo de
tertulianos que viven del pienso de los presupuestos y que deberían pensar en
cambiar de víctima, pues es probable que en las próximas elecciones sea Podemos
quien gane y gobierne, mandando a las
tinieblas al director cuya principal característica personal es la estulticia y
la carencia de todo respeto que debería ser el fundamento de la ética de los
periodistas.
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