sábado, 27 de diciembre de 2014

MERECIDO RECONOCIMIENTO AL EMPRESARIADO VASCO.



 MERECIDO RECONOCIMIENTO AL EMPRESARIADO VASCO.
Los vascos siempre han sido emprendedores y poseen  una mentalidad  para crear riqueza a base de esfuerzo, técnica y una gran capacidad para desarrollar proyectos  empresariales.  Han partido de una idea bien analizada y contando con la colaboración de otros trabajadores  han sido los impulsores  de la riqueza, creando puestos de trabajo.  No son sólo los ya famosos emprendedores   que con gran entrega y sacrificio han sabido encontrar su nicho de sus productos en el mercado, acreditado por su calidad, precio y seriedad:. Nadie les ha regalado nunca nada: al contrario: han tenido que soportar  las trabas de las instituciones y lo peor es que se les han acusado de explotar a sus obreros.  No es esa la opinión que se tiene en los pueblo vascos; más bien al contrario, son elogiados por ser creativos y porque mantienen  con sus trabajadores  una tradición de amistad que constituye una característica muy  marcada que les hace diferentes a los de  otros entornos. Porque el pequeño y mediano empresario tiene la  preocupación por asegurar la continuidad de la empresa, por mejorar el producto y el mercado, por ampliar la plantilla y  retribuir con generosidad a los trabajadores. En épocas de crisis han sido capaces de garantizar la solvencia de la empresa ante los bancos  con sus bienes personales y familiares. Son decisiones tomadas  sin ser conocidas siquiera por sus trabajadores, pues comprenden y tienen interiorizado que ser empresario es asumir un nivel de riesgo que tiene sus servidumbres . Desgraciadamente  las instituciones públicas y las financieras no están a la altura  y ocultan que sus ganancias y sus impuestos provienen fundamentalmente de la actividad mercantil e industrial,  que se basa en la capacidad de dinamismo de los pequeños empresarios que tienen que superar  las infinitas trabas administrativas oficiales que cuentan con infraestructuras  ineficaces que complican la actividad empresarial. Además de soportar la presión de la  banca. Negocios, con tal nivel de exigencias de garantías, que sus relaciones con las instituciones de crédito constituye un marathón de obstáculos que les obliga a cambiar su actividad empresarial habitual por la de economista de los milagros.  . El empresario vasco es anónimo y se limita a hacer su trabajo que es un agente importante que potencia el nivel de vida de nuestro país. Hay otros especuladores que no pueden llamarse  empresarios y  que no tienen encaje ni derecho a homenajes y que desacreditan al empresariado vasco honesto que es el que lo merece.


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