VISITA INESPERADA Y
MOLESTA.
La jueza argentina, María Servini de Cubría ha venido a Euskadi
y seguirá a otros destinos españoles y no precisamente de vacaciones. Su
objetivo es investigar las denuncias contra Billy el Niño y el capitán Muñecas
por delitos conceptuados por los tratados internacionales de justicia como de
lesa humanidad, por tanto, no prescribirán jamás. Es de suponer que los jueces
españoles que rechazaron las extradiciones de ambos alegando que no les son
aplicables el principio de justicia
universal, que han prescrito
y que sus delitos fueron objeto de amnistía, no se sostienen a la luz de los tratados internacionales de justicia
que España ha firmado. Ante esta sonrojante evidencia, van a expulsarla por
desacato a los jueces españoles? Se Iniciará la clásica campaña para acusarla
de politizada, con la valiosa
colaboración de los comentaristas incondicionales que se prestan a defender lo que se les ordene? Serán
capaces de no recibirla, al menos como detalle de cortesía? Realmente es un
papelón para la justicia española, aunque la ciudadanía ya debería estar
acostumbrada a que les revoquen sus sentencias, pues sólo sirven de cobertura
jurídica en decisiones políticas para consumo interno.
Al hilo de este acontecimiento inesperado, sorprende la campaña moralizadora desatada
recientemente por los jueces contra la corrupción. Uno se preguntaría si es que
hasta ahora no existía tal lacra o es
por la tolerancia de los jueces en casos palmarios nunca investigados, por el desprestigio y rechazo social puesto de
manifiesto respecto a la judicatura, todo ello no habrá sido causa de haber quedado iluminados por una pasión celestial
justiciera sobrevenida para investigar y erradicar la corrupción? Entre las
sentencias que les han sido rechazada por los tribunales internacionales, la
furiosa psicosis de perseguir ahora a los corruptos, y la sombra inquisidora
que proyecta la valiente jueza Servini, demostrando su independencia ante presiones
inconfesables, nuestros indecisos jueces parece que han puesto sus barbas a
remojar para evitar aparecer siendo una de las corporaciones peor valoradas por
los ciudadanos. Ahora tienen que asumir el marrón de que el Gobierno se ha
visto presionado por países importantes para que el principio de justicia universal
deje de ser operativo en España. A ver cómo demuestran y defienden su independencia. .
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