martes, 13 de mayo de 2014

LAS DIPUTACIONES FORALES ESTAN FELICES



LAS DIPUTACIONES FORALES ESTAN  FELICES.
Las Diputaciones Forales han informado que la recaudación está creciendo considerablemente, lo que les produce una sensación de euforia. Por lo visto deben ignorar que esos mayores ingresos los pagamos los contribuyentes, por tanto, su alegría se corresponde con la insatisfacción que  ello produce al público al reducírsele su renta disponible. Quiere decirse que para  las Diputaciones lo que importa es que se recaude, aunque sea a costa de empobrecer a los contribuyentes hasta dejarles insolventes. En realidad un sistema fiscal justo exigiría que la mayoría de la población debería  pagar menos impuestos, siendo las grandes fortunas las que pagaran  más., pues el principio de la justicia fiscal indica que debe pagar más el que más tiene. Claro  que el sistema está diseñado para que las cargas fiscales recaigan principalmente sobre los contribuyentes que disponen de escasos medios para defenderse, en contraste con los que disponen los poderosos para pleitear  ante la Administración. Esta, aparentando que tratan de ser justas y garantistas, permiten a los ricos infinidad de recursos y astucias formales, lo que en realidad supone retrasar indefinidamente sus sentencias por delitos fiscales. El exceso de garantismo es un velo que las leyes prevén para favorecer a los ricos. Ya quisieran los contribuyentes corrientes disponer de tantos procedimientos dilatorios que permiten las leyes  para retrasar las sentencias y después hacérselas cumplir. Porque, además, los inspectores fiscales actúan con fiereza para capturar al pequeño defraudador porque pide “una factura sin IVA” i no declara ingresos de miseria que recibe en “B”, aunque el efecto global a la hora de la recaudación sea insignificante. Sin embargo, ante el poderoso cambian  mostrándose sumisos y garantizando un tratamiento permisivo exquisito a base de admitir recursos y subterfugios para que los juicios por delitos fiscales palmarios y sus sentencias se retrasen hasta quedar sin efecto real. El argumento de la Administración es que si se les presiona en exceso se llevarán sus fortunas a Suiza o a algún Paraíso Fiscal con la inestimable ayuda de la banca a la que hemos salvado de la quiebra con fondos procedentes de nuestros impuestos. Decía Victor Hugo:”Ser bueno es fácil, lo difícil es ser justo”.


No hay comentarios: