jueves, 8 de mayo de 2014

HOMILIA DEL PARROCO DE CANENA


HOMILIA DEL PARROCO DE CANENA
“Antes, hace tres décadas, a lo mejor un hombre se emborrachaba y llegaba a su casa y le pegaba a la mujer, pero no la mataba como hoy ¿Por qué? Porque antes había un sentido moral, unos principios cristianos y unos valores que hoy no lo hay. Antes, un hombre, aunque se emborrachara, sabía que había un quinto mandamiento que decía no matarás” Pedro Ruiz, Párroco de Canena (Jaen) dixit.. Según el obispo de la diócesis, el párroco ha pedido perdón, aunque no se han producido más reacciones ni sanciones. Así que, todo aclarado y pelillos a la mar. Si esta falta de sentido común y de fanatismo fuera una excepción, podría concedérsele el beneficio por tratarse de una deficiente formación cultural, pero parece que se trata de una  cruzada más bien urdida por algunos miembros de la jerarquía con propósito de orientar y manipular a la opinión pública en contra de la apertura a la nueva orientación del Papa Francisco  buscando que fracase. Algunas perlas de Fernando Sebastián sobre la homosexualidad como una enfermedad; el obispo de Madrid Alcalá, Monseñor Reig Pla,  afirmando que  “los homosexuales se corrompen y prostituyen y por eso van al infierno…”.. De Rouco Varela, aludiendo a la guerra civil en su despedida como Presidente de la Conferencia Episcopal. Las citas integristas contrarias a los principios democráticos son dignas de recopilarse para que sirvan para disipar  puntos de vista  sobre los criterios con los que se defienden opiniones ambiguas respecto a las interpretaciones interesadas para justificar ataques a los principios más elementales de la convivencia de la sociedad española que desea una iIlesia defensora de los derechos humanos, especialmente los de los pobres y marginados, tal como proclamó su fundador en los evangelios y en otros textos los apóstoles y profetas en sus epístolas. La homilía del Párroco de Canena es interpretada entre ridícula y digna de ser tomada como una ocurrencia divertida. Sin duda que contribuirá decisivamente a  la huida de sus fieles como  catarsis  y exijan una vuelta al mensaje liberador del ser humano que es su fundamento. Los creyentes progresistas no deberían sentirse  representados por estos inquisidores que buscan protagonismo, siendo exclusivamente simples provocadores. “Cuando os marchéis, nadie os echará de menos”




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