NOTICIAS PARA QUE NO
DECAIGA LA FIESTA.
España merece figurar en el cuadro de honor por las boutades
de nuestros políticos y judicatura. En una interpelación acalorada y
barriobajera de una Soraya de la oposición a otra Soraya en el poder a causa,
cómo no, de cajas B, sobresueldos y apelaciones a “y tú más”, en declaraciones
posteriores a la prensa, la Soraya del gobierno manifestó textualmente “ “Yo no
he recibido ningún puto sobresueldo…” En el juicio contra el juez Elpidio José
Silva, en un ambiente de tensión en el que el presidente del tribunal, Arturo
Beltrán, se mostraba rebasado y perdidos
los papeles ante los argumentos del enjuiciado por despedir a su abogado. El
juez Elpidio fue desmontando con cuestiones previas con continuas
interrupciones del Presidente, quien se mostraba
dubitativo ante los argumentos certeros dado que es juez que se le coloca como
acusado y no enjuiciando, lo cual le resultó un trago difícil de soportar. Elpidio insistía en que el juicio debería
suspenderse porque carecía de abogado, aunque el Presidente no autorizó la
renuncia prohibiéndole tomar la palabra de malos modales. Argumentaba además Elpidio
para pedir la suspensión del juicio, la recusación de la jueza, miembro del
tribunal, María Tardón, por falta de imparcialidad, pues durante su etapa de
concejal del Ayuntamiento de Madrid tomó parte en el Consejo de Administración
de Bankia, por tanto actuó subordinada a su Presidente, Blesa, curiosamente
testigo en esta vista. No sólo eso: Tardón condenó a Elpidio por acusar a Blesa de un lío
de faldas. Al final el juicio se ha tenido que suspender dándose la razón a
Elpidio, lo que supone una humillación para el correoso Arturo Beltrán, quien a
toda costa se empeñaba en que Elpidio no se saliera con la suya. Por lo visto a
la hora de formar los tribunales no se controlan las posibles incompatibilidades
de los candidatos y se llega a que un enjuiciado pueda llegar a ser capaz de
crear tal sensación de bochorno. Las Sorayas con sus profundas y filosóficas
discusiones llevan a hacer sentir
vergüenza ajena a la ciudadanía. Además,
se está utilizando a un juez crítico con el sistema como Elpidio para
ocultar el submundo de la corrupción, de juezas que deberían renunciar por
decencia, de los compromisos con Blesa para que no tire de la manta y de los
vaticinios angelicales de que hemos solucionado la crisis, aunque con seis
millones de parados, todo ello debería ser el argumento de una película sobre
la picaresca de nuestros gobernantes y jueces. Tendría mucho éxito y da cachet
en el exterior.
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