domingo, 13 de septiembre de 2015

LOBOS CON PIEL DE CORDERO



LOBOS CON PIEL DE CORDERO
En un artículo de prensa que firman José Luis Herrero y Antón Azkargorta, profesores de la UPV- EHU que reivindican un profesorado propio,  describen el comportamiento de Roberto Uriarte, “Atutxin”,  como enemigo implacable que se sirvió de toda clase de argucias para marginar a los que exigían cambios lógicos y que finalizaron con la expulsión de la universidad  de varios profesores siendo noticia durante años,  conociéndoseles como “los de la pancarta” Tiene aun que explicar su versión sobre los hechos de los que fue protagonista por motivos personales contra los profesores que  arriesgaron sus  puestos en beneficio de la colectividad.  Fueron apaleados por seguratas y ertzantza,  comparecieron en  juicios, cárcel, multas sufriendo un trato  humillante..
. Ahora se ha convertido en el responsable de Podemos en la CAPV y su actuación como tal está contribuyendo a que la ilusión que despertaron “los indignados” termine transformándose en un partido más en el que los “handikis” se están disputando protagonismos, de ahí los temores de  que aquellas ilusiones desemboquen en fracaso en beneficio de los del bipartidismo a los que  la población crítica  quiso desplazar. La trayectoria de Uriarte es conocida por círculos restringidos de gente vinculada a la universidad, aunque la opinión pública desconozca  su  trayectoria narcisista relacionada con los hechos que describen los autores  Herreros y Azkargorta. Siempre se ha distinguido por su maquiavelismo y su afán de protagonismo que le ha dado fama de maquinador para lograr sus objetivos.  Sus frecuentes  apariciones en los medios de difusión muestran a un personaje poco de fiar y con argumentos confusos. Sondeos electorales  auguran expectativas cada vez peores a Podemos  para las próximas elecciones generales. Desgraciadamente la posición rígida de Uriarte contraria a la creación de una plataforma única de izquierdas en la CAPV es compartida por los directivos del partido en Madrid, pues parece que se han apropiado de las reivindicaciones de “los indignados” y se permiten despreciar a otras formaciones de izquierdas que asumen la  conveniencia de que haya una unificación de fuerzas y se olviden protagonismos y fobias personales.

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