El proyecto de potenciar al Constitucional para que pueda sancionar
a Mas "no es una broma", como decía Albiol ayer en rueda de prensa en
el Senado, aunque no sea senador. Por el contrario, es muy probable que
tenga el apoyo tácito del PSOE y otros partidos. Es una de las medidas
que se guarda Madrid para paralizar la avalancha que se le viene encima
desde Catalunya y que se complementa con todo el infame y oportunista
proceso de asalto de las sedes de varios ayuntamientos buscando pruebas
de la corrupción del partido de Mas. Y seguirán otras que son "una
máquina de independentistas", tal como le reprochaban al ministro de
Justicia en el Senado. Parece mentira la sensación de chapuza y
oportunismo que está ofreciendo el gobierno a la sociedad española,
aunque todos estos movimientos no van a hacer cambiar ni un ápice la
decisión de los catalanes.