La actitud difusa de Sanchez es una muestra de la dinámica del PSOE
ante los problemas reales de la población. No se atreven a dar
instrucciones categóircas al alcalde que sigue emperrado en que se
celebre la masacre del Toro de la Vega y mucho menos se atreverán a
destituirle por que supondría una importante pérdida de votantes, tanto
de Todesillas como en el resto de España, pues hay una sociedad
conservadora, mayor, poco formada y sin costumbre de reflexionar, que
tiene por las tradiciones el respeto de dogma. Así es el PSOE actual: se
mueve al viento que sopla: no se quieren conflictos que supongan
pérdida de votos. Que vayan perdiendo toda esperanza en Ferraz: la
hemorragia continúa sin cesar y lo que les viene en las catalanas es un
avance de lo que van a cosechar en las generales. Pedro Sanchez no vale,
no tiene ni capacidad de liderazgo ni es capaz de poner orden sin tener
que expulsar y ofender a dignísimos socialistas, como Tomas Gómez,
Carmona, Madina y otros muchos anónimos que han decidido abandorar el
`partido asqueados de tanta traición a los principio del socialismo.
Ahora van a ser sustituidos por un partido sin ideología como es
Podemos, pero que manejan bien el merketing. Lamentablemente Felipe
traicionó los principios y creyó que era necesario para ganar. Le ha
seguido Rubalcaba en la cuesta abajo y ahora el baloncestista Sanchez ha
creído que una buena imagen, palabrería hueca y haciendo equilibrios,
podrán reparar los destrozos. Ya no hay vuelta, el PSOE se hunde por
méritos propi