EL FUTURO DE LOS PIRINEOS
NAVARROS
Una carta muy interesante aparecida en la prensa hace
referencia a la situación de la montaña
Navarra y específicamente al Valle de Zaraitzu-Salazar, en cuanto a que se está
despoblando y que la pirámide de edad muestra que en un futuro próximo no tiene
viabilidad. Realmente el mundo de la montaña en general y en particular la zona
de montañosa Navarra se ve abocada a que sus núcleos poblacionales se hayan
convertido en espacios sin capacidad para ser autosuficientes y requieren trasferencias de fondos cada vez más costosas
para mantenerlas, que en el medio plazo
no serán posible por imposibilidad financiera. Estudios que vienen de
antiguo elaborados por expertos en
demografía de la UE y otros organismos internacionales describen con tintes sombríos el futuro de
esas zonas en el plazo de una generación.
Paulatinamente se irán abandonando poblaciones pequeñas y las
intermedias tenderán a convertirse en
espacios de esparcimiento y ocio para fines de semana y vacaciones que les
permitirán alargar su lánguida existencia. Además, existe un factor psicológico
que es la razón por la que el abandono es lento, es el natural atractivo de sus
habitantes por sus pueblos que los
mantienen a base de nostalgia y
recuerdos de tiempos felices que no
volverán, pues los ancianos creen que
sus vidas no tendrán objeto en las
grandes núcleos urbanos de población. Como es lógico, el futuro de
los pueblos está vinculado a la
existencia de los mayores, de manera que al morir y no reponerse con la
juventud, terminarán por convertirse en pueblos fantasma y sin vida y que los hijos querrán conservar con visión nostálgica, pues sólo los relatos de
sus mayores y la tradición les atraerá, pero a efectos de desarrollo y diseño
del territorio, lamentablemente se convertirán en ruinas y en la siguiente generación sólo se conocerán por sus
historias, leyendas y estudios antropológicos.. Algunos políticos pueden caer
en la tentación de explotar potenciado las bellezas naturales de Pirineos a base
de realizar obras costosas que destrozan
el medio ambiente, para practicar
deportes, pero son inversiones desproporcionadas sin tener garantizado el
retorno y además el respeto a la naturaleza y el medioambiente impedirá actuaciones que resulten irreversibles.
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