lunes, 12 de agosto de 2013

SALVAR SIRIA E IRAK



SALVAR SIRIA E IRAK
Las instituciones mundiales como la ONU, OTAN, FMI o BCE y afines no son capaces de pensar en términos humanísticos y plantearse sinceramente la solución de esas tremendas heridas de la humanidad? Cómo pueden soportar sin mover un pelo la masacre diaria de centenares de personas que causan sus soldados, sus misiles, sus portaviones y todo ello que lo valoren como operaciones estratégicas, aunque las consecuencias sean vidas humanas?. Ellos las llaman asépticamente bajas y les asignan el valor según su número y si son propias o del enemigo. Pero qué tienen en su cerebro  fanáticos como Radmusen, Petraus, El Sisi, los dirigentes judíos que creen que es cierto el “si vis pacen, para velum” y se dedican al noble arte de masacrar al palestino, o la guerra de botones a la que se disponen a declarse España e Inglaterra para salvaguardar la sacrosanto soberanía de Gibraltar que nos ha sido usurpada?.?. Que rayo luminoso pasó por las mentes de los militares USA que se ensimismaron  bombardeando Bagdag  y se viera un bello espectáculo “como si fueran fuegos artificiales”, según expresión de un sesudo estratega americano? Y no se les ha ocurrido inventar todavía un Tribunal para enjuiciar a esos “salvapatrias” que para pacificar un país no tienen inconveniente en arrasarlo? Que conseguir esas hazañas bélicas tiene además un coste económico desproporcionado que impide atender necesidades vitales de la población y por ello mueren millones de gente humilde para que los estados mantengan su prestigio internacional y las fábricas de armamento puedan repartir dividendos entre sus selectos consejeros?. Es admisible ver el río de sangre diario que causan las armas en Pakistan y Afganistán por la rivalidad de facciones enfrentadas apoyadas por desinteresadas tropas internacionales, que creen que sentarse en una mesa para negociar con el enemigo es humillante?. Lo que resulta humillante son las disculpas que nos cuentan los estrategas para justificar esas tremendas operaciones militares que arrasan y causan “daños colaterales”, eufemismo típico de la jerga militar que aun se  creen que  van a poder eludir la venganza de la legión de  civiles desesperados que algún día tomarán conciencia de que son tratados como  basura y reaccionarán con una violencia insospechada. Dice un estratega militar de la antigüedad: “No se puede oprimir en exceso a pueblos enteros durante mucho tiempo. La presión tiene que ser baja, pero que dure mucho espacio”
 “Habría que cultivar las enemistades” Juan Goytusolo

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