miércoles, 25 de junio de 2014

SERVIL CON EL FUERTE, CRUEL CON EL DEBIL



SERVIL CON EL FUERTE, CRUEL CON EL DEBIL
Nuestros gobernantes confunden  con frecuencia la rigidez con la fortaleza. El débil es inflexible y frágil. Quien es fuerte es capaz de ser flexible y puede llegar a acuerdos con el oponente, por muy complicada  que sean las discrepancias.. La tradicional actitud de las autoridades españolas adolece de ese complejo al que   quieren dar un tono de seriedad y vigor.  Aceptan  cambiar la Constitución en un solo día para satisfacer a nuestros socios europeos porque nos exigían dar prioridad al pago de la deuda externa sobre la doméstica. Sin embargo apelan a la Constitución para impedir a los catalanes celebrar un referéndum consultivo, cuando la presión popular lo va imponer irremediablemente. Han pasado años a la espera de legislar la sucesión del rey, pero ahora que conviene, se improvisa modificando una ley orgánica para salir del apuro de forma dudosamente ajustada a las legislación a causa de que el rey ha abdicado. En contraste con la voluntad obstruccionista de Madrid a la hora de  transferir las competencias al Gobierno Vasco, pendientes desde que se aprobó el Estatuto se demoran aduciendo disculpas de mal pagador.. Se encienden las alarmas en la gobernabilidad de Nafarroa a causa la impericia y ambición de Barcina. La crisis causada por las revelaciones de tráfico de influencias de la Vicepresidencia y por la quiebra de la CAN, pusieron en evidencia que debían de convocarse elecciones anticipadas para dar salida al sainete. Pero el PP y el PSOE, éste  con la vergonzante colaboración de Rubalcaba, Valenciano y otros ilustres centralistas de la Ejecutiva,  antepusieron los intereses superiores  de Estado sobre los de los navarros,. De ese modo  lograron mantener a los foralistas en el gobierno, aunque en situación precaria, lo  que muestra una vez más que a algunos políticos les es indiferente el bienestar de la población si conviene a su partido o a los  intereses de los grupos de presión del Estado. Contrasta la postura de fuerza de de las fuerzas inmovilistas que sostienen los poderes fácticos que se enfrentan contra las demandas de la población que quiere liberarse del navarrismo casposo y caciquil  fomentado por Madrid para evitar lo que ya es una demanda inevitable: que Nafarroa quiere recuperar lo que le arrebataron por la fuerza en 1522, pero que no  renunciará a su historia. Y ello porque la España rígida y frágil no quiere poner a prueba lo que tarde o temprano tendrá que aceptar por la lógica evolución de la historia. Decía Josep Plá: “Lo más parecido a un español de derechas es un español de izquierdas”.

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