AGRADECIMIENTO A LA POBLACION DE BIDANGOZ.
El homenaje que desde hace años se celebra junto al
monumento en el Alto de Igal, en honor de los ciudadanos que fueron condenados
a trabajos forzados por un ejército que se rebeló contra la República, apoyados
por caciques navarros, constituye un motivo
de satisfacción para los que asistimos al acto: supervivientes, familiares,
amigos y personas sensibles a la
injusticia.
De alguna manera este
acto sencillo contribuye a que su recuerdo no se extinga con la vida de los ya
escasos supervivientes que nos dan un año más testimonio vivo. Es de justicia
reconocer que este acto es el resultado de un trabajo colectivo anónimo, pero
imprescindible para que su celebración sea posible. No se puede dejar de
proclamar el agradecimiento de los que
asistimos a la celebración, encontrando todo dispuesto como si todo lo hubieran
hecho ángeles celestiales. Detrás de
esos festejos hay un grupo de animosos bidangoztarrak que dan su tiempo y
esfuerzo generosamente y a los que se les
debe testimoniar el reconocimiento por
su decisiva colaboración en estos actos sociales que tanto mensaje contienen
para la población que aun confía en el ser humano..
Emociona discurrir
paseando desde Bidangoz hasta el monolito que se ha descubierto en el Alto y
reconocer que en cada piedra removida, en cada metro de la carretera se
concentran muchos dolores, tristezas y muertes de nuestros seres querido que
tuvieron el coraje de resistir tanta injusticia y a quienes hasta el presente
no han pedido perdón ni reparado ofensas los vencedores.
Dice Emiliano Zapata:
“Un pueblo sin justicia es un pueblo infeliz”. Unos vizcaínos queremos
manifestar a nuestros anfitriones el modesto agradecimiento y nos atrevemos a a
ofrecerles nuestra disposición por si en algún aspecto pudiéramos ayudarles
para futuras oportunidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario