ESPAÑA: “SE VENDE HUMO”
Las medidas activadoras de la economía anunciadas en Consejo de Ministros recientemente tienen todo
el tufo de ser improvisadas y evidencian que
la euforia con que se nos aseguraba que habíamos remontado la crisis no
eran creíbles, pero necesarias por
imperativos de Bruselas. Estas ahora se anuncian: “se vende humo: razón Rajoy y De
Guindos” Entre otras, las que más
incidencia tendrán serían: Rebajar las comisiones por operaciones realizadas
con tarjetas de crédito. Así los seis millones de parados encontrarán trabajo y
ya no habrá desahucios. Se crea en el
Banco de España una División de Supervisión de la Conducta de Entidades
Financieras. O sea que hasta ahora, por
lo visto, no se “supervisaban” las conductas de los bancos. Claro, por eso es
por lo que se han desmandado y ha habido que rescatarlas. Otra muy importante
ha sido que se libran 11 millones de € a favor de la Generalitat para algún fin
imprevisto. Y la Portavoz hace el comentario: para evidenciar que el Gobierno
Central se preocupa de los catalanes, respondiendo a la queja de Mas afirmando
que “no se trata bien a Catalunya” Uno
se interroga: de qué se quejan los catalanes, si se les da todo lo que piden….
, es que son insaciables. Una medida que
ha debido ser Montoro quien la ha decidido tratando de mostrar que estamos ya
en fase expansiva: Se devuelven 1300 millones de €, anticipándonos al
vencimiento del pago del crédito otorgado para el rescate bancario.. Como
demostrando que somos más papistas que el Papa y sacamos pecho para que Frau
Merkel elogie nuestra capacidad de recuperación. Es oportuno
porque se han publicado informes en los
que se pone de manifiesto que en varias comunidades autónomas se van a mantener abiertos en verano los comedores de los
colegios públicos para que los niños puedan comer al menos una comida seria al
día. El Gobierno manifiesta que no se dispone de fondos para este objetivo y
que serán a cargo de las comunidades dichos gastos no previstos. Aunque en La
Rioja su Presidente rechaza esa propuesta por considerarla vejatoria y
humillante para los niños y sus familias. Lógico: es preferible que estén
desnutridos a tener que pasar la vergüenza de que se reconozca que pasan hambre. La población no es capaz de comprender
que los problemas personales deben quedar subordinados a la imagen externa de
España. Además de no saber agradecer los desvelos del Gobierno, nos quejamos de
que nuestros niños no puedan comer todos los días. Con tal egoísmo, a dónde
podemos llegar?
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