domingo, 1 de junio de 2014

EL IRRESISTIBLE OPTIMISMO EMPRESARIAL



EL IRRESISTIBLE OPTIMISMO EMRESARIAL
Nuestra clase empresarial  es impredecible, única, no nos la merecemos. El Presidente de Telefónica, Cesar Alierta, afirma en su discurso a la Junta General, que “si se logra la paz social creo que existen instrumentos y medios muy sencillos para crear empleo y que para el año 2016  el paro descenderá al 14 %”. A preguntas de un accionista se informó  que el Presidente  en el 2013, percibió un sueldo de 5,8 millones de €. Fundamenta las  tan elevadas retribuciones de los directivos en la dificultad de gestionar una multinacional de gran  complejidad.  Respecto a la justificación de esas retribuciones en  la “dificultad de gestión”, uno no sabe si acompañarle en el sentimiento por los tremendos esfuerzos que se exige a  los directivos, o directamente pedirles que ponga otra disculpa que sea creíble y que eviten ironizar con los asistentes  a la junta,  no se rían de sus empleados o ex empleados despedidos para que se les puedan pagar esos sueldos estratosféricos. Pero lo más preocupante es que el Sr. Alierta no haya informado inmediatamente al Gobierno del sistema para reducir el paro en doce puntos porcentuales. Incluso se le podría acusar de negación de ayuda al Estado, pues todos los esfuerzos del equipo de Rajoy lo han  incrementado. La población se sentirá satisfecha y feliz por tener empresarios  en nuestro país con tal capacidad mágica para contener el desempleo que ya llega a niveles insoportables.. Otra novedad llamativa que anuncia el cambio de estrategia del gobierno es que, con el precedente de otros países de la UE, se van a incluir en el  PIB parámetros tan etéreos como el valor de los servicios de la prostitución y el de las transacciones del mercado de droga. Ambas partidas harán crecer repentinamente el PIB, con las correspondientes consecuencias que se deriven. Estas novedades llenas de imaginación  demuestran su  dominio de la ingeniería financiera. No habría que ser demasiado perspicaz si se  piensa que el Sr. Alierta se propone introducir alguna  genialidad en el procedimiento de la cuantificación de la población  de  parados, de forma que repentinamente nuestra población sin empleo descenderá 12 puntos porcentuales.  Esperemos que no sea por arte de magia, que nuestros “tycoons”  se distingan de los banqueros mundiales, que  presentan sus balances y resultados auditados  y bendecidos por   sociedades de ratting   garantizando que los estados contables son fiel reflejo de la realidad de sus empresas. Porque esas prestigiosas sociedades privadas  de ratting expresan sus calificaciones en función de hechos y circunstancias tan objetivas como la amistad entre  los socios y  sus directivos o los honorarios que pagan a sus expertos analistas. Es tal la seriedad y solvencia de sus informes, que varios bancos y grandes compañías auditadas y clasificadas con la puntuación máxima de AAA, al cabo de breves semanas se han declarado en quiebra. Y sus directivos codeándose con la Reserva Federal, con el FMI, con el BCE o con los organismos oficiales que ordenan las finanzas mundiales. Exclamación a B. Clinton en un acto para potenciar su candidatura: “!Es la economía, estùpido!”

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