“BILLY EL NIÑO”, IN MEMORIAM.
Paradójicamente, se ha
escapado “vivo”, aunque le entonemos el “dies irae diez illa calamitaris et
miseriae”, pero la responsabilidad de sus fechorías era de quienes le encomendaban
misiones, le otorgaban, premios, honores,
jaleaban sus éxitos, los que ocultaban sus delirios patrióticos
los que le encomendaron la “delicada” tarea de sacar información por métodos “científicos”
y atemorizar a quienes se atrevían a pensar. Eran quienes decretaron la amnistía del 77 y rechazaron considerar su actuación como crímenes de lesa humanidad. Ahora todos los demócratas
reconvertidos se echan las manos a la cabeza “arrepentidos
por no protestar ante las sentencias de la Audiencia Nacional” que le mantuvo en un limbo judicial blindándole de las acusaciones de tortura en la Puerta del Sol e impidió ser extraditado a Argentina a petición de la valerosa jueza Servini.
La opinión pública se sorprende de que un policía sádico con tal historial oficialmente reconocido no
haya sido enjuiciado y haya muerto con
todos los derechos reconocidos vigentes. Alguien habrá sido quien haya valorado los servicios a la patria de “Billy el Niño” para ser felicitado reiteradamente y le ha mantenido las prebendas y
quienes han hecho pública su siniestra liturgia enfatizando que gracias a este torturador y a otros muchos, como Corbí, Muñecas o el
coronel Perez de los Cobos, condenados
ante los tribunales por torturas, indultados
y ascendidos por los sucesivos gobiernos
de turno, disfrutamos de esta democracia. En estos casos en los que se
acumulan graves responsabilidades por torturas que deberían haberse denunciado ante los tribunales, pero que ante
hechos tan criminales nadie
quiere “poner el cascabel al gato”, es cuando se testa la calidad real de la democracia
española que se ocultó tras el velo de la Transición, pero, como proclama Teresa Becerril, diputada del
PP, “no existe paz si no hay justicia”.
Todos los pueblos que han sufrido una
dictadura han necesitado un proceso de justicia doloroso
para recuperar la dignidad. Pero
“Spain is different”
1 comentario:
Vamos a ver...según mi psicología casera, para que una persona sádica sea premiada con medallas pensionadas, tiene que tener el respaldo de superiores más sádicos porque disfrutan doblemente del poder, sobre el sádico ejecutor y sobre las víctimas del mismo.
Las víctimas directas (y las indirectas: familiares) quedan marcadas física y mentalmente, sin contar a los que suicidaron, son doblemente víctimas porque han puesto un tupido velo negro de silencio para que no se visibilicen: lo que no se ve.... no existe.
Los DDHH, hoy no mañana...
Saludos y ánimos para todos que ya estamos en la 2ª fase del desfase de las fases.
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