miércoles, 20 de mayo de 2020

EL JUEGO DEL RATON Y EL GATO


 EL JUEGO DEL RATON Y EL GATO.

El Gobierno Vasco vive permanentemente en la encrucijada, pues aunque Madrid le ha concedido   carácter de Virreinato y a cambio le exige silencio y mirar para otro lado, ahora tiene que   responder a la presión de BILDU respecto a la soberanía que parece olvidada por  los jelkides. En elecciones  se les despiertan la pasión por la independencia, pero tratando de no provocar al imperio, pues pueden  retrasarles el traspaso de las competencias pendientes.  Madrid ha diseñado  una forma más aceptablel que la tan poco presentable de no ponerse al teléfono a las llamadas  desde Vitoria. Cuando el GV se vuelve insoportable y amenaza con no apoyarle cuando  se necesiten  sus votos la respuesta es la promesa de transferir  todo lo acordado e inmediatamente. Así,  el GV alardea  que Madrid come de su mano y en prueba de confianza le adelanta el voto. Una vez logrado,  de nuevo vuelven  las vacilaciones; incluso hacen la transferencia de alguna competencia menor para tranquilizarles, pero  una vez pasado el trago quede escrito en una barra de hielo. Si en Vitoria  ponen pesados y amenazan,  Madrid tiene el recurso fácil de recurrir  al Supremo que emitirá su sentencia  ad calendas graecas. Por eso, por grandes mayorías que  logre el nacionalismo moderado  tiene la piedra en el zapato de Bildu que crece inexorablemente convirtiéndose en  alternativa real  que  provoca  nerviosismo en las filas jelkides, pues es de dominio público que  Madrid no es de fiar y entre los partidos constitucionalistas existe  el acuerdo  tácito  de que el Estatuto Vasco  no sólo no hay  que cumplirlo,  es  para revisarlo a la baja y atar más en corto a los  nacionalismos vasco y catalán. Por otra parte  la presencia  abertzale en las instituciones  ha sensibilizado a la ciudadanía vasca  harta de  promesas,   cuando saben que  la opinión pública mundial está informada de  la probemática y  reivindicaciones nacionales de los  vascos



1 comentario:

IRIS dijo...

Vamo a ve...las bases socialistas no son la cúspide de los sociolistos modelo jarrón chino ni los aspirantes a serlo.
De hecho sólo leer las noticias del acuerdo para derogar la reforma laboral entre el gobierno y Bildu...sí de día pero no de noche ( por lo que he leído a expertos, incluida la CEOE indignaddddddda y sindicatos, no todos los artº de la reforma, sino los más lesivos.
Los del PNV son nacionalistas de pro, pero conservadores y se llevan estupendamente para gobernar ora con PP, ora con PSOE y de estos arráscan un poco aquí y acullá, no sé si será la mejor estratagema pero le va bien como pez en el agua y a pesar de todo hay que reconocer que llevan bien gestionando Euskadi, con sus más y sus menos,
como una de las líderes económicas y sociales del ámbito autonómico, con sus luces y sombras, también hay que reconocer que todo lo que tienen es porque la sociedad vasca es una de las más luchadora, sin arrugarse ante los poderes económico-políticos para reivindicar sus dchos.
Pues eso que la política de unos y otros son la repera y sus raros aciertos y sus aciertos en los desaciertos repercuten en el desconcierto del ciudadano, más que paciente, enfadado y descontento.
Saludos y salud para todos.