MENSAJE DE RESPUESTA AL QUE ME HAS MANDADO.
Respondo a tu sorprendente mensaje en el que me
comunicas que me borras de tu whatsapp y que no volverás a molestarme, a
lo cual no tengo nada que contestarte pues estás ejerciendo tu libertad. Por lo
que deduzco esa decisión se debe a que no he respondido a tus mensajes.
La verdad es que ignoro qué es lo que tendría que decirte, pues ya te comuniqué
mi disposición y condiciones para la reconciliación.
Estoy dispuesto a perdonarte todas las injurias que he
recibido de ti, pero no está en mi mano olvidarlas, pues no soy capaz de
manejar mis sentimientos olvidándolos. Lo conseguiría a base de que
transcurriera el tiempo y que las relaciones no se vean afectadas negativamente
por nuevos motivos.
Quizá te parezca que mi actitud respecto al perdón no
tiene fundamento y que debe ser gratuito. Yo así lo creo, pero creo que
conviene detallarte los hechos más significativos con el propósito de que
analices si tengo motivos o no para perdonarte.
Has hecho comentarios acusándome de roñoso. No
me puedo creer que tengas sobre mí esa opinión. Recuerda.
Me has puesto motes para hacerte el ocurrente ante los
que componen el blog O. sin H. Me llamabas “Carapiedra”
Cuando me mordió un perro tuyo no tuviste el detalle
de disculparte ni siquiera de interesante por mi estado. Sabías que les tenía
miedo.
El mensaje intencionadamente ofensivo y
humillante que me envió Vita porque pedí que me facilitaran el detalle de la
cuenta del móvil que me dejasteis a los nuevos propietarios de vuestra empresa.
No continuaré, aunque tendría muchos argumentos más,
pero considero que la reconciliación tiene que basarse en el
reconocimiento de las ofensas, en el propósito de perdonar y en la
seguridad de que no se repetirán.
Son hechos que la mente no es capaz de borrar por más
voluntad de perdonar que se tenga, aunque si está en cada uno tratar de
perdonarlos haciendo el esfuerzo y teniendo en cuenta los lazos afectivos
como hermanos.
Finamente, y si mantienes el interés en que nos
reconciliemos, te propongo que dejemos transcurrir el tiempo y que los
acontecimientos sigan el curso natural sin forzarlos y por mi parte compruebe
que tus bromas sobre mi vida y mi forma de actuar han cesado y que
las relaciones mutuas prosperan.
No quiero perder la sensación de paz que
disfruto, por lo que confío que con estas líneas analices si te merece la pena
de cambiar tu manera de relacionarte conmigo.
Es mi más ferviente deseo.
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