SER IGUALES NO ES SER
IDENTICOS.
La ola que ha explotado equiparando el hombre y la mujer en todos los aspectos va a provocar
más problemas que soluciones si no se controla. Porque pretender que a cada
uno de los géneros se atribuya el 50% de funciones domésticas y profesionales se exigiría
pedir asesoramiento al juez de “La Manada”, Ricardo González, para que administre
su curioso y divertido sentido de la justicia. En primer lugar porque
biológicamente la naturaleza nos ha diseñado diferentes por serlo las funciones esenciales de cada
género. Provocar la competencia para agredirnos mutuamente es caer en el
señuelo del machismo retrógrado que hasta ahora nos ha manejado como ovejas y
corderos vigilados por mastines que muerden a pesar de que nos digan que están
para protegernos. Es obvio que las mujeres
deben tener acceso a tareas y funciones en las que el único valor a
considerar debe ser el conocimiento y la capacidad profesional, pues
es manipulación provocar tensiones que van asociadas biológicamente con el sexo.
Los hijos los engendra la mujer y no el hombre, aunque éste sea protagonista
necesario. Los deportes deben ser practicados indiferentemente, pero no pueden
competir hombres contra mujeres, pues su
propia biología les ha dotado de diferentes
facultades para que la especie humana se desarrolle armónicamente.
Sería curioso analizar los resultados en pruebas de atletismo mixtas o en competiciones de futbol en las que el Barsa se enfrente al Athletic de féminas. Lo que no
puede ser, no puede ser, a pesar de que el
neomachismo de las religiones apelen a principios filosóficos, aunque
realmente es querer guardar el agua en una cesta. . La marea reivindicativa
favorable a que las mujeres ocupen cargos y funciones para las
que están perfectamente preparadas deben administrarla con inteligencia, pues
la reacción de los hombres ante la presión del avance femenino les está provocando
complejo de inferioridad ya desde la niñez, se extiende en la pubertad y la juventud con riesgo de
que se inviertan los roles y haya que
proteger a los hombres a los que les
faltan referentes porque se los arrebaten las mujeres, que han accedido a la
libertad por méritos propios.. Lo que deberían cuidar es evitar el revanchismo y cometan el mismo
error que ha sido la historia de una sumisión de hombres sobre las mujeres que felizmente esta en trance de desaparecer..
1 comentario:
Pienso, luego existo, y por lo tanto voy a dar mi punto de vista sobre el titulo: ser iguales no es ser idénticos".
Claro que no que no somos idénticos, faltaría mas y menos mal!!! Pero a pesar de las diferencias de nuestros órganos sexuales que marcan nuestro físico, somos iguales en tener el mismo dcho.a: igualdad de oportunidades para acceder a todo lo que se presente en la vida ( la mujer lo mismo es valedora para bajar a la mina, ser marinera en un barco pesquero, pintora, poetisa o escritora, ser militar o ser espía, hacer una intervención quirúrgica de alto riesgo o dirigir un país.
No pretendemos ocupar el puesto del macho, sólo queremos compartirlo, lo que no consigamos con nuestra fuerza física lo suplimos con nuestro talento...sólo es necesario que el macho baje del pedestal en el que ha estado subido milenios y camine junto a nosotras a ras del suelo...sólo así entenderá que todos compartiendo y complementándose se logrará que seamos iguales y que no ser idénticos es fantástico.
Saludos!!!
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