EL MAQUIAVELICO EDU MADINA A LAS TINIEBLAS

EL MAQUIAVELICO  EDU MADINA A LAS TINIEBLAS

Quizá este insignificante político no debería tener cabida en comentarios en prensa, pues  durante su vida política es difícil descubrirle algún acierto. Al margen de  aparentar ser  firme y seguro de sí mismo, la realidad evidencia que es desconfiado por inseguro y porque su obsesión fue alcanzar  la  gloria en el PSOE .  Quiso parecerse a Maquiavelo, pero se quedó en Rosa Diez y por eso se marcha, sin gloria, sólo con una despedida de compromiso de Pedro Sanchez. Su historial político es un maratón de errores: para promocionarse se aproxima al que le parece caballo ganador, pero hierra una y otra vez. Porque después de lograr entrar en el Comité Ejecutivo con Sánchez, éste descubre que tiene planes personales ocultos para derribarle de la Secretario General. Por eso Sánchez le coloca en las listas en un lugar bajo en el escalafón donde no logre el acta de diputado. Tiene baraka y lo saca. Edu resentido,  espera a  ver pasar el cadáver de su enemigo. Se presenta a candidato a Secretario General compitiendo con Pedro y Perez Tapia. Sin éxito, pues queda a la cola. Es Sánchez quien   gana por goleada. En todo el vergonzoso proceso de acoso  del legítimo Secretario General por parte de lo barones para derribar con subterfugios al legítimo Secretario, Madina se posiciona descaradamente a favor de la matrona sevillana.  La jugarreta de los barones  obliga a dimitir a Sánchez. Pero éste, en una audaz pirueta, apela a las bases  y milagrosamente gana a los emboscados, recuperando la  Secretaría General. Empieza las purgas, unas solapadas y otras son ejecuciones públicas sumarias a fin de enfatizar quien es el ganador inapelable. Edu queda marginado  como diputado, pues ha maquinado absteniéndose y  Rajoy logra de nuevo la Presidencia del Gobierno,  en contra del “No es no” de Pedro. Los de la panda del aparato calcularon mal: después de hacerle de dimitir de su escaño, Pedro resurge de sus cenizas y Edu pasa a vía política muerta. Su inesperado triunfo cogió con los pantalones bajados a la banda de los “socialistas king size” que promocionaban a Susana. Todo el castillo de naipes  diseñado entre Felipe, Zapatero, Rubalcaba, Guerra, Ibarra y los “infelices” Page, Ximo, Vera y algunos otros insignificantes de “la voz de su amo”, se derrumbó estrepitosamente. La virgen se apareció al suicida Sánchez, quien, una vez saciadas sus ansias de venganza arrinconó a los más  agresivos e ingenuos, ha perdonado a los instigadores del push, pero  ha colocado en los  puestos clave  a los “visionarios” que creyeron en él. Lamentablemente no contó con Edu, quedando  en equilibrio inestable, lo que le llevó a dimitir como diputado y   abandonar la política sin haber logrado saciar su ambición. A partir de ahora va a  comprobar sobre sus espaldas lo que cuesta ganarse la vida trabajando. Quizá podría haber intentado  pactar con PP o Ciudadanos. Que vea el ejemplo del “socialista” francés, Manuel Valls.