EL BANCO SANTANDER EN
QUIEBRA?
El prestigioso economista mejicano, Carlos A. Domínguez Suarez,
experto de la Consultoría OSH, SA.de CV, en una conferencia en un importante
organismo económico de New York, exponía sus argumentos enjuiciando la
situación de las finanzas del sistema mundial, considerando que se halla en
riesgo inminente de caos. Culpa de ello a los bancos centrales, argumentando consideraciones de suma importancia, que sería
prolijo detallar. Una de las conclusiones más relevantes es que el Banco
Santander y el Deutsche Bank, entre los
grandes grupos financieros mundiales, se hallan en situación técnica de
quiebra. Esta información de tanta trascendencia está teniendo escasa difusión, aunque tampoco
se ha desmentido como sería lógico teniendo en cuenta las consecuencias que se
derivarían si fuera cierta, pero que en todo caso, el rumor, al ser expresado
por una personalidad de categoría mundial, tiene visos de veracidad y puede generar el
pánico generalizado. El dato objetivo es que la cotización del Santander en bolsa se ha
desplomado. En cuanto al Deutsche Bank, las autoridades alemanas han reconocido
que se encuentra en grave riesgo y que se está estudiando la situación y posibles soluciones. Lo cierto es que los
balances de los bancos, por muchos stress tests a los que se hayan sometido,
contienen tal cantidad de trucos de ingeniería financiera, que si se sometieran
a las normas internacionales de valoración contable de los expertos,
seguramente deberían ser intervenidos por las autoridades financieras para recuperar el equilibrio patrimonial con
reducciones de capital para enjugar pérdidas ocultas descubiertas, seguido de nuevas inyecciones de
fondos propios que vuelvan a equilibrar los balances. El problema puede surgir
si los bancos centrales de los países o los organismos financieros mundiales se
ven imposibilitados para aportar fondos para dar solución al problema y tengan
que ser declarados insolventes, pues las
escandalosas ayudas que han recibido recientemente de los estados han creado
una imagen tan contraria a las aportaciones de fondos públicos en la opinión
pública mundial, que es para sospechar que nos hallamos en una nueva recesión económica mundial, ahora sin otra
solución y se inicien las quiebras
bancarias masivas como en 1929 y se produzca
el ocaso del sistema financiero capitalista.
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