domingo, 7 de febrero de 2016

GRECIA NO ES INGLATERRA



GRECIA NO ES INGLATERRA
Según Rouseau “la fuerza no crea derecho”. Depende de la fuerza que se posea, si es escasa, no podrá imponer normas a nadie. Pero si es EEUU con sus FFAA o si Alemania “sugiere” algún punto de vista al BCE o a Junckers, en esos casos es evidente que sus poderes pueden ser fuente de derecho. Grecia en bancarrota financiera necesitó reestructurar su economía para evitar el colapso humanitario, social y económico, pero  la UE no se lo permitió porque la  relevancia de los helenos en ese club de poderosos es mínima, un 2% del PIB. En cambio, Inglaterra ha convocado un referéndum para decidir su  permanencia en la UE. Ante la perspectiva de que una potencia tan significativa en lo económico y con el prestigio y peso social como  Gran Bretaña la abandone, las autoridades europeas  se tragan el sapo y ofrecen toda clase de  facilidades y ventajas  para  cambiar su intención de salirse, pues se teme que sería un golpe difícil de encajar en la UE, por el riesgo de que otros países le siguieran, lo que supondría un fracaso para los planes hegemónicos de Alemania en su ambición por mantener el liderazgo de Europa. Bruselas  presenta a los ingleses propuestas que están haciendo revisar la amenaza expresada por Cameron. Es seguro que cambiará el SI arrogante,  por el NO oportunista a la pregunta en el referéndum. Por tanto, habría que matizar la  afirmación de Rouseau expresada en  El Contrato Social en el sentido de que la fuerza no debería crear derecho, pero que de facto lo crea. Igual que EEUU incumple alegremente las sentencias del Tribunal Internacional de Justicia porque le avalan las fuerzas armadas más potentes del mundo y  poseer el 25 % del PIB mundial, aceptando los restantes países sumisos sus decisiones. Porque tienen la fuerza que es la base para crear derecho. Grecia está bajo sospecha  intervenida y amenazada de todas las sanciones imaginables, sólo porque sus dirigentes pedían  renegociar sus deudas y alargar los plazos para reducir el déficit y para que la cuna de la democracia no fuera el pariente pobre de la UE al que se  permite pertenecer al club de los selectos a condición de que soporte todas las humillaciones sin  protestar y además, les exigen que se muestren agradecidos porque de lo contrario le expulsarán de la democrática Europa.
“El hombre es bueno por naturaleza”, fue la  convicción de Rouseau,  pero  maravillosamente ingenua.


1 comentario:

Fede dijo...

Genial Javier...me gusta mucho.