EEUU ELIGE PRESIDENTE EN NOVIEMBRE.
Los gringos no deberían sentirse tan orgulloso y patrióticos a juzgar por su historia, sería preferible que la ocultaran por pudor. Porque el presidente actual, Trump, lo eligieron ellos, no valen disculpas de los que no le votaron o lo que ni siquiera votaron. Ese argumento es una excusa: ése es su presidente porque el pueblo americano así lo decidió. Y se disponen a renovarle el mandato si no recapacitan. Su nación de la que tan satisfechos se sienten tiene su origen en galeras de presos y delincuentes ingleses y de otras procedencias que les mandaban, como alternativa a la horca, a tierras deshabitadas en ultramar a colonizarlas, aunque todavía ignoran que sus propietarios originales eran nativos de raza india y que hoy los pocos que subsisten viven confinados en reservas para espectáculo de los patrióticos americanos. Esos fanáticos tragones de hamburguesas y katchup, hijos de la democracia más simplista fueron los que eligieron al lunático presidente Truman a quien se le encendió la luz y lanzó dos bombas atómicas sobre Japón y después de la gesta de achicharrar a medio millón de sus habitantes afirmó alborozado que gracias a ello se salvaron muchas vidas y se acabó la guerra. Y los gringos lo festejaron con esa ingenuidad tan envidiable sobre cadáveres de japoneses aun calientes .Es para sentirse orgullosos porque en esa sociedad tan avanzada existen 50 millones de mendigos y más de 100 millones de pobres que no tienen las necesidades más elementales cubiertas. Trump es el buen mastín que protege a la ciudadanía mandando policías descontrolados y la Guardia Nacional a ametrallar a negros y sudacas por protestar.
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