miércoles, 26 de agosto de 2020

EL PATERNALISMO MUNICIPAL DE ABURTO

EL PATERNALISMO MUNICIPAL DE ABURTO.

El alcalde de Bilbao ha prometido no subir los impuestos y tasas municipales el año próximo. Es evidente que es una medida positiva, pues manifiesta  sensibilidad de las instituciones públicas respecto de la ciudadanía que es la que contribuye con sus impuestos para  crear una sociedad más justa y solidaria, si se tiene en cuenta que  los ingresos municipales van a mermar fuertemente, pues también ha descendido los de los contribuyentes. En todo caso es una decisión lógica, pues el IPC esperado incluso puede ser negativo y es el factor de  actualización de los precios. Sin embargo, es de esperar  recortes en los servicios y en su calidad,  pues un cálculo elemental lleva a esa conclusión si se tiene en cuenta que los ingresos se reducen y las necesidades de servicios crecen como consecuencia de la  mayor demanda  fruto de la crisis. Claro que un ayuntamiento progresista debe hallar  nuevas  fuentes  de financiación en nichos sociales con altos niveles   ingresos  y que es de justicia que  contribuyan a conpensar  la menor recaudación municipal, teniendo en cuenta que habrá  que apoyar a colectivos especialmente afectados por la crisis económica reduciendo los  impuestos y tasas que les gravan. Además, es imprescindible una revisión inteligente y responsable  de los gastos municipales, muchos de ellos            o al menos racionalizarse como se exige  en las economías domésticas. Evidentemente no es aceptable el recurso fácil de hacer rebajas lineales, pues  según sea el criterio que se emplee  es dónde se aprecia el carácter progresista de una corporación que vela por sus ciudadanos.  En todo caso deberían paralizarse temporalmente   las obras faraónicas y superfluas  en marcha, muchas de ellas se iniciaron  en fases de auge.

 

 

 

 


 

 

 

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