EL ORDEN DE PRIORIDADES O EL FAIR PLAY.
Debió ser Beltrand Russel quien dijo que “la virtud que más admiro de Jesucristo es la educación”, a pesar de que se confesaba ateo. En la formación de la nueva legislatura en el Parlamento Vasco y a la hora de elegir la Mesa surgió la pasión hispana por los puestos y cada grupo interpretó el reglamento de la manera que más le favoreciera. Así que el PNV logró la Presidencia y una secretaria en función de los votos. La vicepresidencia se otorgó al PSE gracias a los votos propios más los del PNV, lo cual significaba que los 21 votos de BILDU que le otorgan el segundo puesto en diputados no tuvieran eficacia y se produjo la paradoja de que la tercera fuerza tuvo mayor representación que la segunda a la que se le asignó una secretaria, lo que aceptó disciplinadamente. Los restantes votos se repartieron en función de pactos que no respondían proporcionalmente a los votos logrados por cada grupo electoral. La coordinadora de BILDU, Nerea Kotajarena, explicó después del pleno aceptando el reparto injusto de puestos sin reclamaciones diciendo que “no puede ser lo más importante y menos todavía considerando la crisis a la que nos enfrentamos. Vamos a ceder en la defensa de nuestros intereses particulares y busquemos soluciones compartidas trabajando en común.” Sin duda que es una actitud de salida elegante ofreciendo actuar con fair play, revisando la escala de valor en fusión de la importancia objetiva de los hechos desde una visión amplia que es necesaria a la hora de gestionar y dignificar la política y aislar a los que han hecho de la política una actividad que necesariamente pasa por los tribunales o por el envilecimiento de los políticos Ya lo decía Gustave Le Bou: “Gobernar es pactar, pactar no es ceder”
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