CORONAVIRUS: IRRESPONSABILIDAD CULPOSA.?
Los organismos públicos relacionados con el control del estado de
alarma decretado a causa del coronavirus
son responsables del caos en el que se halla sumido el país con miles de muertes y cientos de miles de contagiados con
riesgo de morir; con los hospitales colapsados y la inexplicable carencia de equipos de
protección más elementales para los sanitarios a los que los responsables son incapaces de aprovisionar. Los dirigentes desorientados están
enzarzados en discusiones bizantinas, algoritmos, formas de las curvas, modelos matemáticos o la llegada del pico, mientras
los muertos e infectados crecen sin
cesar y los sanitarios tienen que protegerse con bolsas de la opinión pública
con datos técnicos de escaso interés, con un sesgo indecentemente optimista confundiendo a los ingenuos y provocando las iras de los que tienen sus basura a falta
de EPIs y guantes y las
UVIs colapsadas. Aunque el portavoz
oficial agobia a familiares en los
hospitales o sus cadáveres amontonados en pistas de patinaje sobre hielo porque no se autoriza
enterrarlos. Cuesta creer que en un estado de la UE, con tan elevado nivel de gasto en sanidad no se hayan
investigado los datos que anunciaban
los riesgos de lo era seguro que se convertiría en pandemia. Las autoridades difunden una indolente
sensación de tranquilidad, de estar todo bajo
control, aunque, dado el caos existente
se pasa repentinamente a anunciar una situación extrema. Momentos después el presidente aparece con aspecto tranquilo para informar que hasta nueva orden se prohibe salir de
casa. Se comprenderá que en un país que alardea de desarrollado, que aparezca
en las pantallas su presidente sin saber
qué hacer y que pase del optimismo al pesimismo en la misma comparecencia, que tiene
en su familia infectados y que España posea el dudoso honor
de ocupar el segundo lugar del mundo en el ranking de muertos e infectado, son evidencias que no incitan a la
confianza de la ciudadanía en sus
dirigentes y que deberían comparecer urgentemente ante el Congreso para
exigirles responsabilidades.
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