sábado, 25 de abril de 2020

LA VIDA DE CESAR


 LA VIDA DE CESAR.

DEDICATORIA
Este título que lo he cogido prestado y  que   quiere ser un remake afectuoso  de un film inolvidable por su sencillez y ternura titulado “La vida de Brian”, una obra maestra del grupo de teatro Monty Python  que cautivó a los cinéfilos que gozamos viéndola y que se estrenó en 1979. Describe de una manera amable y lúdica la vida de Jesucristo en su paso por el mundo, con el respeto de  actores y guionistas  laicos que  teniendo sus convicciones filosóficas, no quisieron explicitarlas en  su  obra .artística.
Va dedicada a mi amigo  Cesar Sanchez como humilde homenaje que me honro de  dedicarle en  forma literaria, confiando que considere esta intrusión en su vida personal como una inocente broma, pues entre sus virtudes confío en su agudo sentido del humor, además de que espero  que  sea  capaz de soportar una  crítica bien intencionada que va incluida en las líneas que siguen. En todo caso, le ofrezco mis disculpas por anticipado por si pudiera sentirse ofendido.
Los seres humanos desarrollan su personalidad sobre  unas bases genéticas que heredan de sus progenitores, pero siendo cierto, no lo es en su total extensión, pues de hecho no es  extraño que muchos hermanos y hermanas entre sí sean  diferentes. Es que existe un ambiente social en el que cada persona está incardinada  y   que le va a condicionar o al menos matizar esa base genética que recibe  de sus padres. Se trata entre otros aspectos  de la profesión y ésta se modela en función del entorno en el que se desenvuelve, de  las aficiones que vaya adquiriendo y de la personalidad que le vaya modelando   su  vida. Es decir, la profesión está muy vinculada a la vida de cada uno, salvo los que no pueden o no tiene ni  oficio ni beneficio porque la vida no les ha sido propicia y han tenido que ingeniárselas para vivir como han podido. En realidad para sobrevivir, que es el caso de la mayor  parte de la humanidad. Salvo los privilegiados a los que la vida nos ha colocado  en un mundo con  el que no hemos colaborado más que los demás  para lograrlo.
Por tanto, se podría afirmar que las profesiones y las personalidades van emparejadas y en función de ello,  quien logra coordinar ambos aspectos  estará o no más satisfecho en su vida. Pocos futbolistas de élite son intelectuales, pues han tenido que desarrollar actividades  que exigen   capacidades físicas especiales y en cambio, las facultades  intelectuales especiales  es seguro que si las hubieran tenido, no habrían llegado a ser figuras admiradas de deporte. Por la misma razón y en sentido opuesto, un intelectual o un científico que ha vivido entre libros y laboratorios es probable  que no tenga el record de los 100 metros  lisos o que no juegue en la NBA. 
Bueno,  pues toda esta disquisición seguramente no es aplicable al caso de César, pues si alguien tiene una profesión basada en el rigor científico  y en la precisión  de  los procesos matemáticos  como es la informática es él. Contrasta su manera de explicar en sus clases los   procesos tan áridos como son los conceptos matemáticos abstractos, con el esfuerzo didáctico que  debe hacer  para captar el interés del alumno a base de  sus procedimientos personales que desarrolla  para dar forma comprensible a  explicaciones  o conceptos abstractos que carecen de imágenes visibles y que tratan  de provocar y estimular  al alumno para que colabore en positivo a la transmisión del conocimiento que el profesor  le está explicando y  logre entenderlo y asimilarlo como un  estímulo mental  que penetra  en su cerebro en forma de  un conocimiento más que le está capacitando para desarrollarse intelectualmente para que vaya en  su provecho en  su  vida  cotidiana.
 Es decir, al margen de los conocimientos técnicos que posee porque su formación le ha capacitado para ello, de poca utilidad sería si toda la ciencia que acumula no supiera o no se preocupara de transmitírsela a los alumnos que acuden a sus clases,  no a descubrir o admirar sus  conocimientos, no van a eso, sino que su gran bagaje es el contenido   que ha adquirido a lo largo de su vida, aparte del profesional,  sino la dimensión  humanística que le ha sensibilizado   para motivar  y captar la capacidad de cada alumno a la hora de explicarle y lograr que entienda esos conceptos  abstractos como  las matemáticas o su expresión al ser  aplicada al mundo de la informática.

LA VOCACIÓN DE CESAR
Ello significa que Cesar posee unas facultades mentales que le permiten entender  e interpretar los conceptos matemáticos, analizarlos y darles sentido y forma  para ser explicados a personas a los que se los va a explicar porque los desconocen y que suponen para  los  alumnos,  un medio de capacitación profesional  para progresar en la vida. Este esquema mental rebasa los límites de la ciencia matemática, no tiene nada que ver con ella   y se transforma en un proceso psicológico que es el medio para que el alumno logre captar lo que el profesor tiene  interiorizado de forma racional, comprensible y que no le provoque riesgo de rechazo, algo habitual en muchos  alumnos que tienen que recibir lecciones y enseñanzas  de  profesores con un  gran bagaje de conocimientos, pero que carecen de  la psicología o del interés necesario  para ser comunicativos o hacen de la profesión una manera de distinción social  basada en el cúmulo  de conocimientos que se posee y sirven para  valorizarse  competitivamente ante la sociedad  oficializándolos  en los títulos académicos que pervierten el sentido y significado del conocimiento aristotélico que hacía de él una manera placentera  de  gozar de la vida y que estuvo vigente en  prestigiosas universidades  durante la muchos siglos  y fueron los instrumentos para crear las  clases sociales burguesas en la edad moderna hasta el presente.
 Ahora,  por estar masificada se ha convertido, no en un espacio  del conocimiento, sino  en un medio selectivo para clasificar a colectivos muy numerosos y  bien  formados, aunque  sólo  en muy concretas y determinadas ciencias o materias, pero que han abandonado y desvalorizado  las humanidades porque “no dan para vivir” y además provocan desequilibrios en los alumnos, pues  pierden de vista  los objetivos que se exigen actualmente  a los universitarios que consiste en alimentar de la tecnología necesaria al mundo empresarial   que es la triste misión  actual de las universidades. Estos universitarios compiten entre ellos  para supervivir a costa  de lo que sea  sin respetar  formas e ignorando conceptos valiosos  como la solidaridad y el afecto  entre las personas.
 En realidad  el individualismo es el factor excluyente para eludir la competencia que se origina en la acumulación del conocimiento en el sentido de que los demás no lo logren para ser elegidos por los que los responsables que contratan como profesionales. Es la utilización de la ciencia como método selectivo y excluyente en lugar de ser lo que nos humaniza y hace progresar a la humanidad en su conjunto, en contra de la utilización para superar al  competidor  en un mercado cada vez más limitado y  menos solidario  individualista. Porque  el conocimiento, no es  cultura, es el procedimiento de selección sin violencia que tienen los seres humanos para competir  leal y civilizadamente, aunque ello suponga también un cierto  tipo de violencia que la sociedad actual ha asumido como válido.  Es que en realidad el sistema económico y social que ha creado el capitalismo es perverso, pues la capacidad productiva del género humano se ha elevado exponencialmente y la competencia es el valor principal, aunque de ella se derivan las guerras, las diferencias sociales y fomenta la mentira como medio para ganar mercados o hacer negocios.
Entonces, qué es la cultura? No es lo mismo que el conocimiento? La universidad actual lo ha querido mezclar para responder  a la falta de prestigio que ha acumulado a consecuencia de la presión del sistema capitalista que lo pervierte todo.  Pero es muy distinto: la cultura es una virtud que se adquiere con el esfuerzo y no sirve más que para satisfacer a gente mal posicionada en la sociedad…
Me decía Cesar cuando le mostré cierta admiración por su falta de ambición en todos los sentidos,  que no le supone un esfuerzo, que incluso puede ser por comodidad o por no querer problemas y toma la actitud “buenista” y amable en la vida: En realidad casi todos los seres humanos en su intimidad asumen esa condición que desarrolla Rousseau en su obra cumbre,  “El Contrato Social”. Considera este humanista, que es el padre de la teoría en la que se funda  del sistema democrático de la separación de poderes, que “El ser humano es bueno por naturaleza”. Por cierto que la Iglesia católica le excomulgó porque Roma mantenía la tesis de “la maldad del ser humano”, porquee hace una interpretación intencionadamente perversa de pasaje  de Mateo 15:11 que dice que: viene a explicar que “… no es lo que entra en la boca lo que contamina al hombre, sino lo que le sale de la boca, eso es lo que contamina al hombre”, lo cual se puede interpretar de una forma y la contraria, como ha venido siendo la interpretación de los evangelios cuando ha interesado a Roma.. No cabe ninguna duda de que la tesis de Rousseau  además de razonable y favorable al hombre , supone confiar en que la obra de Dios por su propia naturaleza tiene que ser buena, por tanto su  obra principal , el ser dotado de inteligencia y de sentimientos  al que le infundió el  alma a su  imagen y semejanza tiene que ser bueno. Empíricamente lo podemos comprobar en las relaciones habituales entre los seres humanos, pues todos sentimos afecto por los demás, la solidaridad surge espontáneamente,  nos apiadamos del que sufre y nos duele  ver cuando alguien riñe  o  golpea a otro.  Nos sentimos solidarios con el que sufre. Aquí no valen las explicaciones: que cada uno analice su actitud respecto a sus hermanos y hermanas que forman el género humano.
Sin embargo, alguien objetará que,  entonces cual es el origen de tanta tensión entre los seres humanos, quiénes provocan las guerras, por qué hay ricos y pobres, pues si fuéramos todos buenos surgiría espontáneamente  la virtud de  la caridad para ayudar al que carece de medios para supervivir. Por qué tenemos que ser vigilados por la policía o cerrar la puerta de nuestra casa para que no nos ataquen. Sería exhaustivo el catálogo de argumentos que contradicen la opinión de J.J. Rousseau respecto a la  suya   sobre la bondad del hombre.

EL SER HUMANO REY DE LA CREACION
Es cierto que el ser humano tiene instintos de defensa que los pone en acción de una manera irracional, es el miedo que siente ante la inseguridad y su  reacción es irracional. Por eso tiene  importancia  la educación en los valores humanos que se va adquiriendo a lo largo del desarrollo de la presencia del hombre en la tierra, es la civilización que va adquiriendo a lo largo de su vida como ser inteligente que es,  y  no sólo en las ciencias exactas o en las económicas. Es la necesidad de civilizarnos para racionalizar las relaciones entre los humanos y transformar las sensaciones instintivas en procesos mentales que se aprenden en la familia, en la escuela y sobre todo en la convivencia natural entre los seres inteligentes que somos todos los que componemos la humanidad y que somos descendientes de una comunidad de seres inteligentes que ha ido  adquiriendo a lo largo de la historia unas formas que se van trasfiriendo de padres a hijos de generación en generación.
Sin embargo este género humano tan desarrollado y sensible no es perfecto; ha ido acumulando a lo largo de la historia experiencias,, unas veces como víctima y otras como verdugos de situaciones de explotación de los poderosos que son gente como los demás, pero con la diferencia de que han acumulado más  riqueza de la que necesitaban para atender sus necesidades vitales y las de su familia. Se está creando la clase poderosa, la que tiene un excedente de productos que obtiene por medio del engaño o la violencia  y explotando la necesidad del que no lo tiene, pero que necesita y para obtenerlo se humilla y el que posee le impone condiciones y exigencias que el que va a pedir no puede rechazar porque si no acepta las condiciones no recibirá  lo que necesita para vivir. Instintivamente el poderoso que ha acumulado bienes y riqueza  siente inconscientemente una sensación de superioridad que se convierte en inferioridad para el deudor. Ya se ha creado la barrera psicológica de ricos-pobres y automáticamente se despierta el ánimo de venganza del pobre porque  disponer de bienes que están en la naturaleza  es el medio para supervivir como animales que somos,  aunque cierto que racionales, pero a ver quién es capaz de racionalizar en  un estado de emergencia en el que se está jugando la vida propia o la de los familiares. Es el instinto de supervivencia que todo ser vivo posee, al que la cultura ayuda a dominar, pero que no desparece  porque es como impedirle desarrollar la razón para  vivir.
Esta historia elemental se inicia  desde la iniciación de la vida en la tierra y se va modelando a lo lago de la historia del mundo, donde el dominio de los poderosos no cesa, al contrario,  crece en presión y en extensión. Los plebeyos son ya una clase, otra va surgiendo entre los que han aprendido un oficio y son capaces de vender sus conocimientos y no tienen que soportar en exceso los abusos de los poderosos. Pero los plebeyos forman legión que no tienen acceso a los bienes de la tierra puestos por Dios para disfrute de la humanidad  porque se las apropian los poderosos. Estos, que son pocos porque han aprendido que los acuerdos entre pocos son  más fáciles de conseguir que entre muchos, tienen que defenderse y lo hacen precisamente contratando a los plebeyos a los que niegan  todo  si no es a cambio de algo que el pobre posee que es la necesidad cotidiana de bienes   suya y de su familia. Por eso le pagará un salario a cambio de servirse de él para defenderle  precisamente de  sus compañeros de clase. Es  el proletariado, una clase social nueva con conciencia de serlo, que va acumulando humillaciones y afán de venganza  a base de soportar  hambre y  privaciones que es la manera  que tienen el poderoso  para provocar, dominar   y  mantener  en tensión al pobre.

DIOS ESTA AQUI
Quizá Cesar considera que la bondad es síntoma de debilidad o de temor y sigue la doctrina evangélica de las bienaventuranzas que  ensalzan a los pobres, a los presos, a los débiles y les promete la felicidad eterna en la otra vida. Ese  fue el argumento del rechazo de Carlos  Marx a la iglesia católica que condenaba la violencia como método del proletario para conseguir lo que necesita para vivir y que el poderosos se ha apoderado de ello por medio del proceso de acumulación del sistema capitalista. No es ésa la interpretación correcta, pues la historia de la iglesia es la de un poder temporal insaciable que Roma desarrolla desde  Constantino hasta estos tiempos. Sólo habría que analizar sin  apasionamiento ni complejos el libro del teólogo suizo, que estaba llamado a ser papa y la rechazó,  asesor principal del Concilio Vaticano II,  Hans Küng,  con el enigmático título: “Tiene salvación la Iglesia?
Los evangelios leídos sin apasionamiento, con sinceridad  y sin miedo a ser tildado de hereje, hablan de amor, de justicia, de pobreza, de compasión, de compartir, de perdonar, de la dignidad de los seres humanos, valor la misericordia etc, etc, pero también es la crónica de la denuncia a  los poderosos que acumulan lo que pertenece a todos los seres humanos, denuncia a los fariseos y publicanos a los que llama sepulcros blanqueados, raza de víboras y arroja del templo a latigazos a los mercaderes porque han hecho de la casa del padre una guarida de especuladores. Y al  final  los políticos le condenan a muerte porque está soliviantando a los humildes porque defiende sus derechos. Así que,  hay una gran distancia entre lo que Jesús  predicaba en su vida pública y la realidad de  las riquezas acumuladas por la Iglesia  a lo largo de la historia por  las conquistas de  naciones y estados que consiguió ejerciendo  la violencia que Jesús condenó como método.  Es la consecuencia del criterio   tradicional de  la jerarquía que  ha difundido la doctrina de que el cristiano tiene que ser manso y valora la obediencia como  dogma que está mezclado con el derecho canónigo y que en la realidad  es la invasión de la religión en la vida civil de la sociedad. Por eso la crisis de la iglesia no se debe a que los creyentes han abandonado las prácticas religiosas, es que  han descubierto muchos de los secretos ocultos acumulados que  se han hecho públicos delitos que estaban en la nebulosa intencionada  por la connivencia de la iglesia con los estados.  Estos utilizaban su  capacidad para  controlar  las mentes de los creyentes y no creyentes a cambio de que de hecho existiera  un poder paralelo de la iglesia.
Es necesario señalar que la figura de Jesús es capaz de atraer a los creyentes honrados que valoran su doctrina que se explica en los evangelios y que la fe y las convicciones de quienes han profundizado en su vida y en su mensaje y que  no deberían estar basados en hechos históricos aberrantes, pero hay que reconocer que el ser humano está muy influenciado por el ambiente y la difusión sistemática y bien argumentada y  falseada historia es capaz de cautivar a quien busca la verdad.  Pero el progreso de las ciencias sociales y y el progreso  del laicismo de la humanidad ha hecho que la fe se haya quedado convertida en un cierto fanatismo y las creencias se han circunscrito  a factores humanísticos, como los del amor al prójimo, el perdón o la solidaridad, pues el resto  ha quedado como literatura banal. Otros, que siguen la esencia de los evangelios y creen en Jesús, se han autoexcluido de la iglesia porque sus testimonios reales  son contradictorios con la doctrina  que  Jesús predicó. Pero la exitencia del Pueblo de Dios, que está formado por los que quieren seguir siendo los discípulos de Jesús, aunque asumiendo que esa decisión, en lugar de la tradición secular de la iglesia de valores terrenales y prestigio  les va a suponer inconvenientes  y perjuicios. Pero es encontrar un fundamento  a su vida  plena porque está presente  Jesús y con los seres humanos.

RELEER

Releo lo que hasta aquí he puesto sobre el papel y si Cesar lo leyera no sé si  sacaría la conclusión de que le estoy criticando y opinando sobre su vida personal o se me olvida que mi voluntad era describir su personalidad porque considero tan original como para que me atreva a investigarla sin su  autorización. Es que en realidad me parece que es difícil clasificarle en función de sus características personales, unas evidentes y otras que se pueden deducir al conocerle y profundizar en su amistad. En todo caso reconozco que me estoy tomando la iniciativa de ser juez sin tener su autorización ni capacidad  para llevarlo a cabo y menos para emitir una sentencia. Estoy incurriendo, quizá, en ejercer la función que  más odio que  es la de  enjuiciar a otro ser humano. No considero aceptable que alguien con mis mismas facultades,  conocimientos y limitaciones  pueda atribuirse el derecho a emitir  una opinión y menos condenar a otro  ser de  igual dignidad.  De ahí mis críticas furibundas a los jueces profesionales que se acuestan todas las noches con la conciencia tranquila después de emitir sentencias, a veces hasta de cadena perpetua y en casos de locura colectiva, que se condene a la pena de muerte. Pero me justifico porque toda condena o crítica tiene la posibilidad de invertirse de sentido  y convertirse en difusión de las  virtudes humanas de alguien a quien admiro. No  es  afán de  halagarle ni  descubrir su intimidad a pesar de que su estilo personal prefiera pasar desapercibido. Me va a tener que perdonar por tomarme la libertad de ofrecer una opinión sobre su manera de ser, pero me justifico porque este escrito sólo será  leído por él personalmente y por quienes él decida, de manera que, sin embargo, si a pesar de estas justificaciones, considera que me extralimito, le reitero mi petición de  perdón.
Me atrevo a entrar en este arriesgado mundo de la psicología y más aun  si soy consciente de que carezco de conocimientos para ello, porque a medida que le he ido conociendo en profundidad me parece que tiene unas características personales que en mi caso me ha sorprendido y me ha  hecho pensar.
Desde un punto de vista elemental y como profesor de una actividad tan compleja y responsable  como enseñar  me ha parecido que su capacitación e interés  para comunicar sus conocimientos a quienes arecen de ellos y los solicitan,  es indudable: además considero que se trata de  una profesión digna y se  necesita vocación para ser ejercida en plenitud. Pero, además,  la enseñanza de una materia tan árida como la informática lo complica más todavía. Es de justicia manifestar que, aparte de la entrega para que el alumno sea capaz de entender y asimilar lo que explica, lo crucial es hacerlo asequible a  mentes que en general no están habituadas a la lógica matemática y que la probabilidad de rechazo es muy alta. Así requiere  ser didáctico y que haya un estímulo para el alumno muestre interés y no se aburra. Es notable la necesidad de poseer  expresión corporal y verbal para atraer el interés del alumno, pues le va a provocar con preguntas  directas y concretas, le va a llamar por su nombre para que se considere que hay una interlocución mutua el proceso de transmisión de los conceptos para lo cual se sirve de frases atractivas que capten el interés del alumno. Va a interactuar con todos y cada uno de manera que ninguno se sienta abandonado, por lo que va a estar pendiente de lo que explica sea entendible  y  capte  la imagen de cada uno para deducir si lo entiende o no y si no  se atreve a responderle  que no, que se sienta seguro y sin miedo de manifestar su duda o reiterarle  una explicación más comprensible. Es decir, en ese proceso Cesar sabe que  tiene la dificultad de combinar los aspectos humanos y pedagógicos, lo cual es  complicado y supone que es el déficit principal de los sistemas de enseñanza desarrollados  para enseñar a masas de alumnos con capacidades muy diversas. Es un problema que no se ha solucionado ni se solucionará, pues la capacitación de los profesores actualmente se evalúa en base a los conocimientos programados que se exigen en los sistemas de selección. Pero sin hacer   ninguna consideración  respecto a  la capacitación para enseñar a los alumnos que por definición van a estudiar y aprender lo que unos profesores tienen acumulado en sus cerebros, pero no conocen ni han desarrollado métodos  cómo transmitirlos. Este es el fundamento de la crisis estructural  de la enseñanza en general  que se origina por la dificultad para enseñar todas las múltiples y diferentes materias a colectivos masificados que van dirigidas  a alumnos con coeficientes intelectuales que van desde excepcionales a otros que rayan en la incapacidad, pasando por una serie de alumnos cuyos niveles de conocimientos son muy diversos.

CESAR  PROFESOR
Esa actitud de Cesar a la hora de tratar de explicar a los alumnos se completa con su  preocupación por cada uno de los alumnos con los que interactúa sin límite de tiempo ni escatimar los diferentes medios de explicación, y todo ello analizando permanentemente la actitud personal del alumno al que está explicando cualquier duda que le plantee. Es decir, su entrega a la misión de enseñar se transforma en un proceso personal de amistad y confianza, de manera que el alumno va a convertirse en su amigo porque del conocimiento de la materia de estudio va a derivarse una voluntad de amistad que surge por el calor que pone en el proceso de enseñanza.
Esa es una gran virtud, pero se convierte en una limitación, pues es fácilmente imaginable que en una clase de diez alumnos, de edades diversas,  con niveles de formación desde titulados superiores a casi  analfabetos, con emigrantes de los que  tiene que deducir con cautela y respeto  si lo que se  le explica lo captan  porque no conoce bien el español. Tiene que soportar con educación, pero con eficacia a gente que le interrumpe continuamente porque desconoce la dinámica de  grupo del que  cada uno  forma parte, pero que  no es el único y tiene que compartir el tiempo y el respeto a los tiempos e intereses de los  demás compañeros. A toda esta dinámica hay que añadir que durante  una parte  de tiempo su misión es de mantener el orden y el silencio en el aula para que los usuarios utilicen racionalmente  los ordenadores disponibles,  con la misión  añadida  de estar en disposición de solucionar dudas que se presenten a los usuarios que, por su propia naturaleza es jun proceso  complejo, pues requiere captar el sentido de la duda a veces expuestas  por el alumno en términos  confusos que tiene que interpretar, mientras, quizá,  está recibiendo la solicitud de ayuda de otros  al mismo tiempo.

MI RELACION  PERSONAL
Finalmente quiero referirme a mi experiencia personal como alumno y como lo que yo me atrevo a llamar amigo, pues aunque es bueno no mezclar conceptos equívocos y se llame amigo simplemente  a un conocido  o a  alguien con quien se comparten intereses económicos o de otros géneros,  quiero poner a cada clase de relación en su lugar correspondiente, dadas las características de cada uno de ellos, pues mi capacidad intelectual se halla muy mermada por la edad, por ser jubilado,  por mi estilo y circunstancias  de vida, pues vivo solitario y por el estilo de  mis aficiones, ya que procuro mantener activa  mi voluntad de vivir la vida en  plenitud, pues desarrollo una intensa actividad intelectual,  tengo aficiones deportivas que me  ayudan a mantenerme  en  razonable buena forma física a la que atribuyo gran importancia. Además, que considero que para mí la informática supone una actividad   imprescindible para mantener mi mente razonablemente despejada, para ello acudo con frecuencia a cursillos y a una  clase semanal con un profesor y sobre todo necesito con frecuencia  apoyo  externo   en todos los sentidos  de Cesar para solucionarme los continuos problemas que me surgen como usuario poco capacitado, pero con la firme  voluntad  de seguir progresando en el uso de esta herramienta excepcional que  considero  el mayor progreso de la civilización después de la Revolución Francesa.
Todas estas características personales que he constatado y otras muchas  que no tienen relación que el contenido que he querido dar a este análisis y  otras más que irán surgiendo, con la frecuente necesidad de su ayuda para resolver los problemas que se me van presentando, y  lo que   es más importante, las características humanas que una personalidad tan rica en matices como es la de Cesar tenía que derivar hacia aspectos amistosos  que con el diálogo frecuente  se han  transformado  en confianza como para considerarle  por mi parte  mi amigo, pues yo así quisiera que me considerara.
Porque, como antes apunto, mis convicciones políticas, morales y personales se las he ido comunicando y él a mí las suyas, por lo que parece razonable que derivemos en una amistad sincera que  me honra como para que me estimule para escribirle estas líneas  opinión que me surge espontáneamente como expresión de mi agradecimiento por las molestias que se toma para solucionarme frecuentes situaciones difíciles y complejas que sólo un amigo de la calidad de Cesar puede tomarse.
Ciertamente hay algunos elementos intelectuales que nos aproximan, como pueden  ser las convicciones filosóficas y morales, pues ambos nos declaramos creyentes en un Ser Supremo y es lo que nos mueve a tomar determinadas actitudes morales que serían difíciles de explicar si no fuera movida  por la fe.
El contenido de este escrito responde a mi voluntad de resumir a grandes rasgos las ideas que me han ido surgiendo a consecuencia de los puntos de vista que hemos intercambiado a lo largo de frecuentes diálogos espontáneos que se generan cuando ponemos en común opiniones sobre temas que nos interesan como ciudadanos preocupados porque vivir en este mundo  merezca la pena y no sea un valle de lágrimas como siempre han propagado los pesimistas o quienes opinan que las cosas cuanto peor vayan, mejor. 

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