SER O NO SER...ES LA CUESTION?

 SER O NO SER….ES LA CUESTION?

Shakespeare, Descartes, Santo Tomás tenían que ser europeos, la duda es el ADN de este continente que se derrumba de viejo y soberbio, pues su historia se cuenta por  guerras, invasiones e injusticias  y en su cinismo predica   virtudes de las que carece. Los  genios europeos de la literatura han  escrito desde la duda. Es la esencia  de la UE: se funda para  poner fin a las guerras que desangraban al continente  copiando  el diseño de los EEUU. Los generales cesaban de pensar con el bajo vientre y tomaban  la  iniciativa los  políticos. Se imponía el pragmatismo, pues en sucesivas conferencias se  fueron  diseñando normas con el objetivo de la integración política plena. Se dice que la cantidad limita la calidad y el ingreso de Gran Bretaña supuso la piedra en el zapato  que excluía la plena integración. Revivieron los pesados  estados  nacionalistas. El virus se había propagado, derivando  hacia la potenciación de la unión mercantil y comercial en perjuicio de la política. Ahora  nos enfrentamos al  drama de la reconstrucción económica consecuencia del Covid 19.  Surge la tensión entre el Norte rico y ordenado y el Sur, como espacio de ocio para vivir del cuento. El Sur pide mutualizar la deuda con  la emisión de Eurobonos, pero el norte se niega categóricamente: no quieren seguir subvencionando el despilfarro y argumentan  que ya existe el MEDE para las emergencias. El Sur apela a la solidaridad, pero el Norte argumenta que ya tienen que soportar  6 billones de déficit que les provocan los que ahora apelan a la solidaridad. Que  los objetivos  iníciales  de integración plena  son sólo recuerdos melancólicos. Vuelven las dudas, pues detrás de los  nacionalismos agresivos de los estados existen poderosos lobbies, multinacionales y  grupos financieros capaces de provocar una crisis como la de 2008. Ahora el Sur  reprocha al Norte que la adaptación  inicial al Euro  de las monedas respectivas les   favoreció, lo  que les ha permitido generar   excedentes ingentes  a costa de los desfavorables cambios para los del Sur.  El Brexit, las reticencias de países del este, los nacionalismos vasco, catalán y escocés y los  estatales  han debilitado el objetivo integrador   y se ha optado por la línea cómoda del proyecto inicial del  Mercado Común Europeo. Es bien sabido que en un gallinero no pueden convivir varios gallos.