LA DIGNIDAD DE LOS MAYORES
El movimiento de los jubilados reivindicando pensiones dignas ha sacado del armario de la insignificancia a esta clase social que ha sido el motor de los avances que se disfrutan en la sociedad moderna, pero que las instituciones y la dinámica moderna de la vida ha relegado a dóciles ciudadanos sin derechos, sólo dedicados a tareas auxiliares. La tercera edad es una época de la vida silenciosa plena de humillaciones y miedos porque tradicionalmente a los mayores les ha faltado el coraje de exigir la dignidad que recibieron en activo siendo el sustento de la familia. Una mal entendida voluntad de mantener la paz en silencio a pesar de la falta de atención a la que les someten los/as hijo/as al jubilarse, pues sólo les consideran para realizar tareas insignificantes relacionadas con la atención de los nietos o soportar humillados broncas de los hijos por errores que comenten en lo que les ordenan.. Aunque también compartiendo sus pensiones con los/as hijos/as en caso de necesidad o cuando les acogen en su domicilio en problemas matrimoniales de los hijos/as. Porque dan por supuesto que los padres tienen obligación de permanecer a su servicio. Siempre temerosos ante las amenazas de que los hijos no les cuiden cuando estén incapacitados y tengan que ser arrinconados en una residencia porque les consideran una carga o por falta de espacio en las viviendas de los hijos y limiten su libertad. Excepto cuando están a la espera de la herencia, pues en ese caso los afectos son empalagosos. Los mayores deben mostrar dignidad y distinguir entre los falsos elogios y la propia autoestima para no degradarse. Los poderes públicos deben crear infraestructuras habitacionales y sanitarias adecuadas para acoger con dignidad y sin paternalismo lo que les corresponde en justicia sin mendigar a los hijos ni amenazarles con la miseria del señuelo de la herencia.
J
1 comentario:
Estamos en una sociedad materialista y los abuelos con sus raquíticas pensiones son una parte de los grandes perjudicados y aunque sus hijos quisieran no pueden atenderlos por su misma precariedad, al revés, son los abuelos los que atienden a sus nietos y colaboran en el sostén económico de sus hijos, como bien dices, Javier.
Y no, no pueden acceder, la mayoría de ellos, a las Residencias de la 3ª edad porque no hay suficientes plazas públicas y las que hay son privadas y con unos precios prohibitivos para los comunes de los mortales, donde normalmente no llegan a pagar con sus pensiones y tienen que "contribuir solidariamente" sus hijos con sus raquíticos salarios, lo cual es una espiral de insolidaridad con los mas desvalidos, tanto para los abuelos como para sus hijos. Y no creo que los hijos pretendan "heredar", salvo casos excepcionalmente ruines y las + ó - grandes patrimoniios, ya que los pensionistas que se manifiestan por una pensión digna no son los económicamente más afortunados que digamos.
Los abuelos saben lo que cuesta mantener a la familia y los sacrificios que comporta salir adelante, por ello no dudan en ayudar a sus hijos y se sienten orgullosos de poder hacerlo aunque no se lo reconocieran y no valoren esa "ayuda pensionada" los hijos y nietos...
En cuanto a los poderes públicos....ni están ni se les espera...sólo prometer hasta meter, eso sí en la pre-campaña eléctoral, luego: después de metido nada de lo prometido.
Saludos!!!
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