martes, 23 de abril de 2019

EL DESPRESTIGIO INTERNACIONAL DE ESPAÑA


 EL  DESPRESTIGIO INTERNACIONAL DE ESPAÑA
Lo que más temía el gobierno español es ya una cruel realidad:  el juicio a los líderes del Procés catalán se ha convertido en una ratonera que afecta de lleno a  su reputación internacional como consecuencia de la torpeza con la que se está intentando añadir un sesgo ejemplarizante  para ser condenados  por sedición. En Francia 41 diputados  han pedido explicaciones al gobierno español por el trato que están  recibiendo los prisioneros  en el procés. El ministro Pep Borrell ha sido protagonista entre cómico y grotesco en una cadena alemana,  pues  al interrogarle un periodista sobre el juicio a los líderes catalanes se levantó descontrolado gritando y abandonó el plató ofendiendo  y faltando gravemente al  respeto y profesionalidad del entrevistador, aunque éste    respondió adecuadamente al malencarado  ministro. Tuvo que disculparse humillado para que el periodista aceptara  reanudar la entrevista, pero después, soberbio como  gallo  desplumado,  se despachó con disculpas de mal pagador  ante serviles periodistas españoles  que le hacían la pelota con argumentos miserables porque  las preguntas  no  fueran las que  él deseara. El nuevo  presidente del Méjico, AMLO,  ha hecho pública su exigencia de  que Felipe VI y  el gobierno se disculpen por la forma que se relata en España  la historia de la conquista de Méjico. La vergonzosa reacción de los medios informativos nacionales manipulados  causa vergüenza ajena, pues sus argumentos  son agresivos y carentes  de la elemental diplomacia en las relaciones internacionales, pues vuelven a   invocar la Leyenda Negra. Gracias a la perspicacia de nuestros jueces a  España se le abre un nuevo frente  aislándola de los círculos democráticos mundiales  avanzados. Aun falta la sentencia del procés que va a potenciar aun más  el “prestigio” del Supremo y en especial el de  su presidente, Marchena, quien  va a saborear las hieles del rechazo del TEDH de la sentencia condenatoria previamente  redactada.Apesar del apoyo de los “independientes” medios de difusión  defensores de nuestra raza y  esencias.



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