jueves, 5 de abril de 2018

CUANDO LOS PERIODISTAS ESTRELLA SE ESTRELLAN


 CUANDO LOS PERIODISTAS ESTRELLA SE ESTRELLAN
Es ley de la naturaleza que si a una fuerza  no se opone otra igual, pero de sentido contrario, se pierde el equilibrio  y hay que volver al inicio.  Es operativa cuando los periodistas estrella actúan con impunidad pensando que los lectores y televidentes son meros agentes  que se mueven a impulsos de esos “opinion makers”. Su número es legión, en realidad casi todos están contagiados por ese virus que es una mezcla de información sesgada, astucia, codicia, manipulación  y desprecio por  los consumidores de sus crónicas  diseñadas siempre a  su mayor gloria. Existe un arquetipo de estos vivos que han hecho del derecho a la información su huerto privado para dosificarlo a su voluntad. Son nombres paradigmáticos: Evole, Garcia Ferreras, Ana Pastor,  Inda, Marhuenda,  Mamen, Klaudio Landa, Iñaki Lopez, Carlos Herrera, Cristina Rubio, Federico, Risto, etc. Quizá alguno que no se cite se moleste. Estoa ilustres, cada uno a su estilo, busca su objetivo por los medios lícitos e ilícitos disponibles, manipulando, con conexiones en las cloacas de  los servicios secretos: do ut des. Todos sin limitación alguna en defensa descarada de la legitimidad emanada del Movimiento Nacional: ya saben que la condición para acceder al  estrellato  es defender la  Constitución  con más pasión  que los  que la diseñaron.  Ahora, al nacer la República de Cataluña se han quitado la careta y haciendo de tripas corazón tienen que mirar para otro lado  tapándose las narices,  ante el hedor de los fanáticos defensores de la España carpetovetónica. Claro que los más  cínicos  que viajan y leen prensa  internacional  ya se van percatando  que, quizá, los aires de la libertad de prensa en el mundo libre aconsejan  abandonar la sopa boba que les ha alimentado, pues aunque  en Madrid se sigue trivializando con  la crisis catalana, los más agudos van comprobando que  se está convirtiendo en un divieso purulento que puede dejarles a la intemperie  si persiste en su voluntad de ser el mosquito que enloquece al tosco elefante español a picotazos. Porque las chanzas españolas a costa de los derechos de los agudos   catalanes  son ya  problema de estado y Europa ya no puede seguir mirando a otro lado .disimulando.  Aunque, quizá, habría que empezar a  otorgar mayor credibilidad a los periodistas deportivos consagrados, como   Pedrerol, Manu Carreño o Maldini o fichar de asesor de Rajoy  a Angel Mª Villar. No solucionarán nada, pero como   ganaremos el Mundial de Futbol de Moscú,  en esa borrachera del éxito el Supremo podría aceptar legalizar la República de Catalunya. “Una buena guerra santifica toda causa” Nietzsche  dixit..

2 comentarios:

IRIS dijo...

Hay periodistas que con su trabajo e investigación nos dan una visión lo mas parecido a la realidad y nos cuentan lo que de otra manera los lectores jamás sabríamos de lo que se cuece en todos los estamentos sociales, esos periodistas que sufren presiones ya desde su periódico ya desde los poderes del Estado y son despedidos o llevados al ostracismo ( caso de Fernando Garea (el País), Ignacio Escolar (SER) o mismamente John Carlin (el País) por un artº en The Times sobre el procés y el Gobierno, por ejem).
Hay periodistas que con sus informaciones panfletarias debieran ser juzgados por delitos de odio e incluso por terroristas( un ejem. plasmario es Losantos: "Si tuviera una Lupara daría un tiro a Pablo Iglesias, "los alemanes en Baleares pueden ser rehenes o las cervecerías en Alemania pueden estallar" más o menos) por menos hay raperos y tiriteros que han sido juzgados o están en la cárcel.
Pienso que los lectores debiéramos tener, con la información que nos dan, la capacidad de distinguir quien nos informa y quien nos miente, nos manipula y pretende llevarnos a la desinformación...pues el que está desinformado en la información es manipulable y fácil de adoctrinar...
Saludos!!

egaz dijo...

Buena lección, Iris. No son todos como los describo, las excepciones, además de múltiples, son honrosas y en cierto modo es gracias a ellos por lo que sigo leyendo prensa que alimenta mi espíritu crítico. De todas formas los Losantos, Inda o Marhuenda son sólo pequeñas excrecencias que sirven para divertirnos, pues los realmente peligrosos son los que juegan con las medias verdades, que son las que pueden influirnos, pues si no se tiene espíritu crítico y no se sabe separar la paja del grano se puede caer en el excepticismo y no creer en nada por sistema, lo que es aun peor, pues hay muchas cosas importantes y ciertas que debe ser lo que nos mantenga la moral de lucha democrática a pesar de todos los jueces, ministros, Cristinas, Rajoys o La Sexta. Sí, Iris, tus siempre agudaspercepciones me sirven para no perderme en las peligrosas generalizaciones. Quedo a la espera de tus noticias sobre tu proyecto literario.