TAMBIEN EN EEUU CUECEN HABAS
Noticias que aparecen de soslayo en prensa informan que el
rescate bancario en USA ha supuesto 1,27 billones de US $. (Un billón europeo
es un millón de millones). Las cuentas de las aventuras bélicas son para
estremecer: descubrir que las “Armas de destrucción masiva” que no tenía Saddam
Husein, les salió por 2 billones de $ (id.
id). Implantar la democracia en Afganistán hasta ahora les ha constado
sólo un billón (id. id) y aun no han terminado, pues la U.S.Air Force acaba de
arrasar un hospital de Médicos sin Fronteras por “fuego amigo”, liquidando a
más de 20 pacientes y varios médicos que seguramente eran “ sospechosos de
colaborar con los talibanes”. No desdeñar la información que Julian Assange hace publica de parte de los secretos de Wikikeaks y la del espía arrepentido de la
CIA, Edward Snowden: ambas constituyen una mínima muestra de los secretos que
se guardan en las alcantarillas y lodazales de la democracia más avanzada del
mundo y que seguramente serán estremecedoras si llegaran a ser conocidas en su
totalidad. Estos datos nos inducen a sospechar con fundamento que las crisis,
las guerras, los éxodos de pueblos enteros o las revoluciones tienen su origen
en los comportamientos de unas estructuras intencionadamente difusas de poder
que no se muestran con claridad porque no interesa a sus maquiavélicos líderes, bajo el temor
de que la humanidad se precipite al abismo si no se da un golpe de
timón. Que el mundo está en trance de convertirse en inviable porque los niveles
de contaminación de todo orden, son ya irreversibles y que si no se cambia
radicalmente serán también víctimas los que tienen como única obsesión acumular riqueza, poder y ver dominada a sus pies la humanidad, aunque
ello suponga el holocausto del planeta. Lo grave es que son conscientes de ello
por medio de sus asesores, pero es que el problema de la riqueza, además de la
acumulación de lo de muchos en manos de pocos, es que no tiene límite. Se cuenta que Onasis tenía fama de ocurrente y en un sarao
en el que concurrieron los 16 más ricos del mundo, después de pedir silencio, exclama
solemnemente: “Mi sueño fue siempre tener mucho dinero para ser feliz como los
pobres”. En cambio Martín Fierro
sentencia: “Si la vergüenza se pierde, jamás se vuelve a encontrar”
No hay comentarios:
Publicar un comentario