JUECES O JURADOS
Hasta qué punto se ha pervertido el concepto de justicia en
España. El debate sobre la conveniencia o no de los jurados está viciado fomentado intencionadamente por los propios
jueces que ven que la irrupción del
pueblo, en su expresión más humillante,
incide en su espacio tradicional en el que hacen y deshacen a su antojo. Aunque
han tenido que aceptarlo a regañadientes porque en los países con
democracia real los jurados son
expresión de protagonismo de la población
en la administración de la justicia que se considera un bien esencial y
que hasta ahora ha venido desnaturalizada por los jueces
profesionales que argumentan su rechazo a
la necesidad de conocimientos de
un universo cargado de leyes intencionadamente farragosas y confusas que les
colocan en posición de dominio respecto a la ciudadanía que carece de
conocimientos jurídicos y que carecen de capacidad, independencia de criterios
y tienen limitaciones `sicológicas como el temor a lo desconocido o a impartir injusticia en
lugar de justicia. Saber muchas leyes no presupone ser justos y las sentencias de los
profesionales dejan a las partes frecuentemente insatisfechas, lo que hace
pensar que los jueces, desean ser
objetivos y no se dejarse influir por sentimientos o afectos, enjuician y
condenan a seres humanos. Eso lo obvian,
pues aplican el proverbio: lex dura lex. Según un clásico del derecho un pueblo con buena justicia es un pueblo feliz y es que las
controversias entre personas se solucionan analizando los argumentos humanos, pues las
leyes tergiversan las convicciones de la población que precisamente representan los jurados
populares. Porque el juez de
carrera obtiene su oposición ahíto de leyes, pero no pasan por un proceso
selectivo, demostrativo de equilibrio, objetividad y sobre todo
poseer valores como afectos, misericordia o sentido cabal de la justicia. Ello parecería
que se les presume calidad humana, que es el valor de los miembros del jurado
aunque no entiendan de leyes. Los jurados requieren expertos que les expliquen
y faciliten la comprensión del caso en sus aspectos técnicos, pero su papel
debe ceñirse a emitir su opinión. Por
otra parte, tantos conocimientos de los jueces de las leyes aseguran que estarán correctamente interpretadas
todas ellas sin excepción?
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