SE HA IMPUESTO EL NEOLIBERALISMO EN FAGOR
Al final se ha dejado morir FAGOR porque las instituciones
no han ayudado a salvarla con fondos públicos. Sin entrar en si la gestión de
los directivos ha sido o no acertada, la realidad es que una cooperativa no es
igual que una sociedad de acciones a los efectos societarios y filosóficos,
pues en la cooperativa los trabajadores exponen su patrimonio para crear sus
propios puestos de trabajo y así contribuir a crear riqueza con su esfuerzo.
Pero ese concepto de “lasser fair, laisser passer…” que es el paradigma del neoliberalismo
como sistema económico que se ha impuesto y que propugna que cada uno debe solucionarse sus problemas y
que el débil sucumba por carecer de apoyos, no se cumple con los grandes grupos industriales ni
especialmente con las instituciones financieras: cuando se han descubierto las
consecuencias de sus errores de gestión o se han producido estafas, a ésos si
que se les ha ayudado con todos los fondos disponibles y si no hubiera
suficientes, el sistema los buscará donde los haya y pagaremos por esos fondos
todos los ciudadanos, incluidos los cooperativistas a los que ahora se les
niega el apoyo para evitar el cierre. Tenían que haber tenido más audacia las
administraciones públicas, pues la alternativa consiste en aportar fondos en
forma de préstamos a recuperar, salvando así la desaparición de una empresa
emblemática con más de dos mil puestos de trabajo directo y otros tantos
inducidos. Que las instituciones prestamistas nombres a quienes serán los nuevos gestores, que se
pidan responsabilidades si las hubiera a los que hayan causado la crisis, pero
que no se olvide lo esencial, que es salvar el mayor número de puestos de
trabajo en beneficio de la comarca y de un sistema como el cooperativismo que
ha sabido ser motor industrial novedoso y
ha creado una filosofía empresarial diversificada. Que aportar fondos por las instituciones
va a suponer continuar cobrando el IRPF y Seguridad social de los trabajadores.
De lo contrario tendría que pagarse el paro y dejarían de cotizar a la
Seguridad Social. Como es obvio, la solución no pasa por recolocar a los
trabajadores que han perdido sus puestos en otras cooperativas del grupo, pues
ello exigirá despedir a otros trabajadores no socios, que no han tenido ninguna
responsabilidad. Cómo explicar a los trabajadores de FAGOR que no hay fondos
públicos para prestarles y salvar su empresa, cuando conocen que a la banca se
le ha prestado para evitar su quiebra más de doscientos mil millones de €?. Quizá los ortodoxos que se la cogen con papel
de fumar lo censuren, pero es de justicia y un pueblo con justicia es un pueblo
feliz.
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