miércoles, 1 de enero de 2014

DEFICIT DE CONCIENCIA SOCIAL EN ESPAÑA



DEFICIT DE CONCIENCIA SICIAL EN ESPAÑA
En una entrevista radiofónica  a un conocido sociólogo alemán relacionada con la crisis económica y en referencia a las reacciones  de los diferentes estados europeos, expresó su  preocupación por las poblaciones griegas, portuguesas italianas y españolas. Elogió la conciencia de los griegos.. A pesar de que están viendo que no tienen futuro  han reaccionado con gran  vigor, pero con mesura, a la vista de la contundente represión  de la  desbocada tropa  policial y al desprecio de la UE, especialmente  por parte de Alemania. Pero lo que más le sorprendió fue  la actitud sumisa del pueblo español y sus autoridades. Resaltó la sensación de desmoralización de la población y la falta de coraje ante la realidad tan sangrante que soportan: seis millones de parados, la cuarta parte de la población se ha precipitado en la pobreza y un 10% de ella severa. Que se rebajen los salarios hasta el 40% y que los sindicatos no llamen a la rebelión, sino que negocian continuamente a la baja con una patronal soberbia y enloquecida, apoyada sin fisuras por el Gobierno. Señalaba que lo preocupante era que no se produjeran a penas movimientos de protesta, puesto que se daban las condiciones objetivas para una revuelta popular que obligue al las autoridades a implantar mediadas de excepción.  Afirmaba que los españoles han perdido conciencia de sus derechos porque no en vano vivieron casi cuarenta años bajo una dictadura y han creado una conciencia individualista y servil, fomentando  y estimulando valores como un patriotismo  excluyente y casposo, una obsesión por hacerse  funcionarios, jugar a la lotería y a apuestas de azar que le permita hacerse rico para no tener que trabajar.. Que no existe una mentalidad de inversores y creadores de riqueza en las clases privilegiadas, despreciando el riesgo empresarial como un mal intrínseco. Que los valores que imperan son los que despersonalizan y crean un estilo de masa amorfa que se retroalimenta de futbol, televisión, que confunden la justicia con la caridad y que la obsesión de los jóvenes es tener una carrera porque  la dan el valor de un seguro de vida. Que es incomprensible que se perdone a los políticos corruptos volviéndoles a votar a pesar de haber sido condenados, aunque nunca llegan a ingresar en la prisión porque el Gobierno en último término les indultará.. Que no haya reacciones violentas al conocer que las ayudas a la banca, causante de la crisis son siderales, aunque el gobierno las oculta con un metalenguaje críptico. Que la enseñanza sea haya deteriorado tanto y se haya convertido en un privilegio exclusivo para los ricos. Que los impuestos suben sin cesar, sin que se apliquen a solucionar los problemas sociale más urgentess. Que los poderes públicos mientan con tanto descaro a esa población aborregada y sin capacidad para reaccionar con coraje, con argumentos entre cínicos y paternalistas que se desmiente de inmediato con la realidad más cruda.  Ya lo decía el clásico: “No nos falta valor para emprender ciertas cosas porque son difíciles, sino que son difíciles porque nos falta valor para emprenderlas”.

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