martes, 8 de octubre de 2013

EL GENERAL GALINDO EN LIBERTAD



EL GENERAL GALINDO EN LIBERTAD

Noticia de prensa:

“El Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional ha accedido a la propuesta formulada por Prisiones de conceder la libertad condicional para el ex general de la Guardia Civil, Enrique Rodríguez Galindo, condenado por el secuestro y asesinato a manos de los GAL de los etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala, según el auto del magistrado José Luis Castro al que ha tenido acceso Europa Press…. Por estos hechos el Tribunal Supremo condenó a Galindo a 75 años de cárcel en julio de 2001….”

Efectivamente, después de cumplir las tres cuartas partes de la condena, es decir, 5 años, ha salido de la prisión. Ello demuestra que este es un Estado democrático y de derecho en el que todos los ciudadanos son iguales ante ley y que se cumplen rigurosamente las sentencias que imponen los jueces. Ante gente vengativa que argumenta que las tres cuartas partes de 75 años de condena supondrían estar encarcelado 56, 4 años, por tanto, que debería ser puesto en libertad en setiembre del  año 2056, es indudable que además de demostrar que no saben matemáticas, no quieren olvidar para que se imponga la paz y el perdón. En todo caso los que afirman que los tres cuartos de 75 son 56,4, deben saber que  es así en el sistema numérico decimal, pero que en el moderno la secuencia sigue el  binario y en él los tres cuartos de 75 es exactamente 4, 25, o sea alrededor de 5, que es el cálculo que ha efectuado el juez al aplicarle los términos de la libertad condicional de la que se ha beneficiado. Pues nada, que Luis Barcenas esté tranquilo porque se le hará justicia y pronto le veremos en la calle. Es importante confiar en nuestros tribunales, prueba de ello son las sentencias impuestas a los condenados del Caso Malaya: han recibido condenas ridículas si se tienen en cuenta las que pedía el fiscal en la instrucción y así tenemos a Julián, que sale con dos años de prisión, a Roca, con 11 años, cuando se le pedían 30 y 10, además de una serie importante de imputados, que han quedado sin condena. Ahora, el general se dedicará a pasear plácidamente por su ciudad saludando a quienes le reconozcan, contando a sus nietos sus hazañas bélicas en el Norte y viendo con nostalgia que la vida del país de sus amores languidece a causa de los miedos de los políticos liberales y acomodaticios que sólo buscan su beneficio. Sufrirá a causa de la crisis económica en la que nos han metido los políticos que han afectado a  las pensiones, aunque el general esté disfrutando de la suya que será seguramente muy generosa porque se le reconocerán servicios excepcionales a favor del Estado, aunque es quien le ha condenado levemente por excederse en su celo antiterrorista.  Decía un oficial de la Gestapo en el juicio de Nuremberg: “Obedecemos órdenes, es mi trabajo. Si no lo hago yo, lo hará otro”

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